Un cubo vidriado que simula una habitación es el escenario donde suceden escenas de violencia hacia las mujeres, que el espectador sigue desde fuera, mientras actores con micrófonos articulan un relato poético y político que conmueve.
Se trata de Yo no muero, ya no más, una obra de teatro y performance que interpela al espectador a reflexionar sobre la violencia de género, en momentos en que en Argentina y el mundo hay un clamor de las mujeres para que esto deje de ocurrir.
“Quise hacerme eco de una problemática mundial que nos afecta a todos e intentar encontrar detalles que provocarán alguna reflexión física, sensible, emocional que no fuera parte de las recreaciones habituales que se pueden construir en otros espacios del pensamiento o de la información”, dijo el director y dramaturgo argentino Fernando Rubio en una entrevista.
Durante Yo no muero, ya no más, los actores circulan e invitan a los presentes, por ejemplo, a situarse a un costado del cubo vidriado para mirar a los ojos a una mujer en los instantes previos a que un hombre la asesine con un arma.

