Ayer, 11 de octubre, las niñas se tomaron el mundo, al menos por unas horas.
Así, en el marco del Día Internacional de la Niña, un puñado de niñas en diversos rincones del planeta llevó las riendas de más de 250 oficinas públicas, canales de noticias y sectores privados.
Por ese instante, ellas decidieron y dirigieron el planeta.
Todo ello para recordarle a la sociedad que las niñas deben ser empoderadas a conocer sus derechos, para aprender, liderar, decidir y prosperar, y así desarrollar su potencial.
Sin embargo, las niñas de la región enfrentan desafíos como el embarazo infantil y adolescente; el matrimonio y uniones tempranas forzadas; la violencia sexual y la invisibilidad.
Este fue el mensaje que transmitieron este lunes voceras de la organización Plan International -que promueve los derechos de la niñez y la igualdad de las niñas- e invitadas en el marco de la presentación de las fotografías ganadoras de la V edición del concurso regional Por ser niña, evento que fue moderado por niñas.
NIÑAS AL PODER
A la fecha, las niñas de diversas regiones del continente enfrentan obstáculos y desafíos, particularmente en las comunidades más marginales, expuso Corina Villacorta, directora regional de Plan International de América Latina y el Caribe.
En este sentido, la especialista hizo una invitación a creer en las niñas, en su potencial, e invertir en ellas.
“Una niña empoderada es una niña que va a cambiar su vida, pero también la vida de su familia, su comunidad y la vida de su país. Las niñas no solamente son el futuro, las niñas son el presente”.
Sin embargo, Villacorta lamenta que todavía las niñas son “invisibles” para muchos Estados y sus políticas públicas. “Hacen falta datos vitales para saber cuál es la magnitud del problema que les aqueja y cómo podemos plantear soluciones que sean viables”, recalca.
En aras de palpar sus realidades, Villacorta anunció que Plan International ha desarrollado el informe “Contar lo invisible: Usar los datos para transformar las vidas de las niñas y mujeres para 2030”, el cual está enmarcado dentro del Objetivo 5 de Desarrollo Sostenible, que busca lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Para darle esa visibilidad a las niñas, la especialista manifestó que se necesitan soluciones, así como “cambios de actitudes y paradigmas” para poder “realmente darles a las niñas el lugar que se merecen. Nuestros pueblos, nuestros países lo reclaman, ellas mismas lo necesitan y lo merecen”.
A modo de anécdota, Villacorta expuso que recordaba que cuando era pequeña los adultos le decían “calladita, más bonita”, “la niña no hace esto”, “la niña no anda por aquí”; “era más el ‘no’ que [las frases como] ‘tú, como niña, puedes hacer esto’, ‘tú, como niña, puedes lograr aquello’, ‘tú, como niña, puedes soñar en esto y tienes la posibilidad, el potencial, la capacidad y el apoyo nuestro para hacerlo’. Por ello, ese es nuestro compromiso”: darle poder a las niñas.
Así mismo, manifestó que se necesita lograr una “transformación de género” para que niños, jóvenes y hombres se unan a esta causa de “masculinidad positiva”.
EL CAMBIO Y LA MUJER
Para que halla más niñas empoderadas, las mujeres deben tener acceso a oportunidades que las hagan “ser capaces en un momento dado de tener confianza en sí mismas”, de manera que puedan decidir qué les gusta y qué no.
Así piensa la ingeniera Ilya de Marotta, vicepresidenta ejecutiva que encabezó el proyecto del Canal Ampliado, quien fue invitada para compartir su experiencia al ser la mujer con el cargo más alto dentro de la Autoridad del Canal de Panamá.
En su intervención, de Marotta hizo alusión a que optó por usar un casco rosado en las obras de la ampliación para reflejar, simbólicamente, que “las mujeres podemos hacer cosas grandes, importantes y que tradicionalmente la gente consideraba como un asunto de hombres. Las mujeres tenemos las mismas capacidades de los hombres para hacer las cosas que son tradicionalmente de ellos”.
En este sentido, la ingeniera recalcó que su mensaje no se centra únicamente en el hecho de que mujeres demuestren que pueden hacer lo que hace un hombre, sino que “lo importante es hacer lo que a mí me llena, lo que me satisface, lo que me hace ser feliz. Y eso es lo que necesitamos para que nuestras niñas sean felices con lo que ellas quieran hacer”.
