Zully es un “ángel” que vuela: en lugar de alas, con una motocicleta cargada de medicinas y material médico. Una oenegé de paramédicos motorizados atiende accidentes viales en Caracas, frente a los vacíos de un deficitario sistema de salud público.
Los “Ángeles de las vías”, como se hacen llamar estos 12 paramédicos, atienden gratuitamente emergencias en la capital de Venezuela ante la “situación muy difícil” del personal prehospitalario dependiente del Estado, cuenta Zully Rodiz, arquitecta de profesión.
Estos voluntarios con oficios tan variopintos como el de arquitecto, reportero y diseñador están capacitados en el área de salud. Uno de ellos recibe una llamada telefónica: un hombre resultó herido en un accidente vial.
Suben a sus motos de alta cilindrada y llegan con rapidez al sitio de la emergencia. Tardan cinco minutos en inmovilizarle la pierna derecha a un motociclista que chocó contra un auto y que poco después será llevado a un hospital en una ambulancia del servicio de defensa civil.
Atender accidentes de tráfico corresponde a los bomberos, pero sus dificultades presupuestarias abrieron paso a esta oenegé. Sus integrantes hicieron cursos de salud en hospitales y ahora, en alianza con médicos, imparten talleres a nu evos aspirantes. Así, las autoridades les permiten actuar.
“Se emocionan cuando ven que llegamos, saben que estamos equipados”, dice Zully.
La fundación nació en noviembre de 2018, con la idea de ayudar ante los bajos salarios del personal prehospitalario y la falta de recursos.
Con bolsos naranja de unos 15 kilos, llenos de donaciones privadas, los “ángeles” se turnan en guardias de 8:00 a.m. a 8:00 p.m. en una plaza del este de Caracas.
No se dedican a la atención de casos del nuevo coronavirus, centralizada por el gobierno, pero corren “alto riesgo de contagio”, reconoce Zully. Por ello, utilizan mascarillas N95, pantallas protectoras, lentes, antibacterial, guantes y también llevan tapabocas para los lesionados.