Antes de Una mujer fantástica, otras películas sobre o con transgéneros ganaron el premio Óscar.
Así ocurrió con El juego de las lágrimas (1992), de Neil Jordan, sobre la novia de un soldado británico y su relación con miembro de la organización terrorista IRA, que recibió seis nominaciones a la estatuilla dorada y ganó el de mejor guion original.
Mientras que Los muchachos no lloran (1998), de Kimberly Peirce, que tuvo dos nominaciones al Óscar y le valió la primera estatuilla dorada a Hilary Swank, por entrar en la piel de Teena Brandon, una muchacha quien siempre ha deseado ser un chico.
El club de los desahuciados (2013), de Jean-Marc Vallée, que ganó tres premios Óscar: mejor actor principal (Matthew McConaughey), mejor actor secundario (Jared Leto) y maquillaje.
Jared Leto era Rayon, una de las tantas víctimas del sida en el Estados Unidos durante la década de 1990.
La chica danesa (2015), con Eddie Redmayne como un pintor en la década de 1920 que pasa por una metamorfosis, tuvo cuatro nominaciones al Óscar y obtuvo uno de ellos: mejor actriz de reparto para Alicia Vikander.