En Texas, el gasto estatal, municipal y distrital en contención y limpieza luego de que este año surgieran los primeros casos del ébola en la zona de Dallas sumó menos de 3 millones de dólares, según datos de organismos locales, monto que comprende más de 26 mil dólares destinados al cuidado del perro de una enferma.
En tanto, la ciudad de Nueva York estima que ha gastado 21 millones –suma que sigue creciendo– en el tratamiento del paciente Craig Spencer, el seguimiento de decenas de personas con las que este interactuó antes de que se le diagnosticara la enfermedad en octubre y en el estudio de esas y otros centenares de personas que ingresan a la ciudad a diario procedentes del oeste de África.
La estimación de Nueva York forma parte del pedido de reembolso de la ciudad a partir del fondo de 6 mil 200 millones que ha solicitado el presidente Barack Obama para cubrir los costos del ébola en los Estados Unidos y contribuir a combatir el virus en el oeste de África y otros lugares.
La ciudad rechazó reiterados pedidos de que proporcionara detalles de cómo había llegado a esa estimación, lo que hace imposible determinar la forma de comparar sus cifras con las correspondientes al gasto de Texas.
¿Nueva York gasta en exceso? ¿Sus funcionarios exageran los costos?
Parte de la diferencia de costo podría deberse a la llegada a Nueva York de personas procedentes del oeste de África, donde se ha concentrado la mayor parte del brote de ébola. A diferencia de Dallas, Nueva York tiene uno de los cinco aeropuertos estadounidenses que el Departamento de Seguridad Interna ha designado como destino de pasajeros que viajan desde Liberia, Sierra Leona y Guinea.
Nueva York dijo que tenía 500 empleados de tiempo completo asignados al ébola y pidió a la Policía y a investigadores que dedicaran horas a la búsqueda de personas a las que fuera necesario observar.
