Apenas entra, se escucha el ruido de la cafetera haciendo espuma, el de los cubiertos que rozan con los platos; por encima, las personas hablan y un bebé llora. Bienvenidos al Café Coca Cola.
Catalogado como un ícono cultural de Panamá hacia el mundo, está estratégicamente ubicado donde convergen cinco calles y transitan más de 2 mil personas a diario. El Café Coca Cola es el único café con el homónimo aprobado por la Corporación Coca Cola.
Punto de encuentro
El Café Coca Cola abrió sus puertas en 1875. Nadie sabe cuándo adquirió el apodo que lo hizo famoso en el siglo XX, pero fue uno de los primeros lugares fuera de Estados Unidos en servir la famosa bebida.
Desde entonces, personajes emblemáticos como el Che Guevara y Teddy Roosevelt, ministros y ciudadanos comunes se han alimentado en sus mesas.
Cuentan que primero le perteneció a la familia Faustino, y el Café Coca Cola fue una cafetería y heladería, la primera establecida en la República de Panamá.
En 1918, la adquirió la familia Linares, que era dueña de la embotelladora Coca Cola en Panamá.
Le siguió la familia Apotolakos, de ascendencia griega, y la familia Contos desde hace 38 años.
La cafetería está llena de historias. Por las puertas del Café Coca Cola han entrado millonarios y mochileros. “En la mañana, si iban a bajar a un presidente o dar un golpe de Estado, era la noticia de la mañana, uno se enteraba aquí de lo que pasaría en la noche”, relata Panos Contos, uno de los dueños.
Centenario
El Café Cola ya lleva más de 100 años operando en el istmo.
En 1906 Panamá junto a Cuba fue uno de los primeros países en operar las plantas de embotellamiento de Coca Cola fuera de Norteamérica – justo a tiempo para refrescar a los miles de obreros que vinieron para construir el Canal.
La última renovación fue en 1981 cuando cerraron las ventanas de estilo vaquero. Contos explica que dejaron dos puertas formales y se puso acondicionador de aire para darle mejor ambiente.
Grandes nombres
Contos describe a San Felipe como el barrio de la crema y nata intelectual. Profesores, doctores, maestros, músicos, poetas y bohemios dejaron una huella en el café del istmo panameño.
El Che Guevara, mientras estuvo en Panamá en 1953, y Fidel Castro fueron clientes frecuentes del Café Coca Cola. Ahí planearon el golpe de Estado a Batista y la Revolución Cubana, asegura.
Otros visitantes como Evita Perón con Juan Domingo Perón y su familia, cantantes famosos como Julio Iglesias, Gilberto Santarrosa, el premio Nobel de Literatura Pablo Neruda y Samantha Brown del Travel Channel se han sentado a comer.
Los clientes también presenciaron cuando golpearon al candidato de la vicepresidencia Billy Ford.
“Hemos atravesado la invasión y los bombardeos de El Chorrillo. Refugiamos mujeres y niños, y ayudamos a trasladarlos a la iglesia”, recuerda Contos.
Durante la dictadura militar de Manuel Antonio Noriega, muchos bares cerraron y la gente no tenía dinero para comer. “Dábamos crédito en épocas difíciles”. Pero todos los días había problemas en la calle, añade.
Muchas conspiraciones y estrategias se discutieron en este sitio histórico, mientras se tomaba un café pintao. El Café Coca Cola ha sido centro de reuniones políticas en las que panameños como el general Omar Torrijos Herrera, diplomáticos, magistrados internacionales y personalidades de alto perfil han marcado la historia mítica de este establecimiento.
CAFÉ COCA COLA
Horario
Está abierto de lunes a domingo, desde las 8:00 a.m. hasta las 11:00 p.m.PRECIOS
A partir de $5.Equipo
La cafetería está conformada por 20 personas que cubren 2 turnos.