Antes de que pensara dedicarse a la enseñanza, Francisco Paz De La Rosa había disfrutado del Carnaval. A los 14 años era uno más de los integrantes de la comparsa Los Brasileiros de San Miguelito.
En 1969, Los Brasileiros surgió como la primera comparsa de Carnaval fundada en ese distrito y De La Paz se agitaba al ritmo de esa expresión popular que poco a poco ha ido en declive con la modernidad.
Ocho años después sería el presidente de dicha organización y volvería a retomar el liderazgo en 1979.
Las comparsas capitalinas en la década de 1950 y 1970 podían alcanzar los 2 mil integrantes. Hoy en día reúnen a apenas 35 miembros como máximo. Son poco reconocidas, aunque el gobierno, mediante la Autoridad de Turismo, desde 2017 les volvió a dar posicionamiento a 20 de ellas, al otorgarles un subsidio de 100 mil dólares, a razón de 5 mil para cada una.
Este año, según datos oficiales se “redujeron a 18 comparsas, cada una recibió 4 mil 500 dólares” para apoyar en su organización y asegurar su continuidad.
De La Rosa, un consagrado en el estudio del folclor panameño, decidió hacer un recuento del surgimiento de las comparsas populares.
Todo su proyecto investigativo lo resume en el libro Cronología y la importancia de las comparsas de la ciudad de Panamá.
Le tomó años hacer las averiguaciones, consultando periódicos, revistas e internet. En 2015 imprimió una primera versión sin tener éxito en encontrar patrocinadores para una publicación masiva. Este año, una editorial en línea [MoreBooks!] se interesó en su documento. El libro ha sido publicado y puesto a la venta desde principios de febrero en www.morebooks.de.
TRAS EL ESTUDIO DE LAS COMPARSAS
El folclorólogo Francisco Paz De La Rosa desgrana el surgimiento del Carnaval capitalino y justifica por qué la fiesta debería seguir siendo organizada por grupos sectoriales para mantener su autenticidad cultural.
¿Cómo segmentó el estudio de las comparsas?
Establecí cronológicamente la participación de las comparsas como una expresión popular. Se clasificaron e identificaron elementos relevantes en cada período revisado. Las comparsas en los desfiles del Carnaval capitalino han sido un soporte y una expresión de la euforia del pueblo durante cuatro días. El legado de nuestros ancestros está presente en las tonadas y en el rítmico andar por las calles y avenidas.
Pensé en el rescate de la política cultural para que los jóvenes reconozcan el proceso evolutivo del Carnaval citadino y sus componentes, para así propugnar la salvaguardia de la identidad de cada una de nuestras comunidades, así como la identidad nacional.
¿Cómo era el Carnaval panameño antes de su oficialización en 1910?
Era principalmente de la clase popular la que se dedicaba a esas diversiones, representaban farsas cuyo tema preferido era la invasión de la antigua ciudad de Panamá. Los bucaneros: grupos de hombres disfrazados, que traían hachas y espadas de palo, se acercaban a la playa embarcados en pangas y otros hombres y mujeres, disfrazados a usanza de los colonos del siglo XVI, defendían la tierra; pero los bucaneros e indios vencían siempre y entraban en la ciudad con sus defensores prisioneros, para entregarse todos al saqueo. Esto era bailando y cantando rumbas, rondas y tamboritos, se paseaban por las calles, entrando en las tabernas aquí y allá a libar una copa, que costeaba por supuesto algún caballero de las clases ricas que hacían prisionero y que tenía que pagar el trago como rescate. Las coplas que cantaban y los bailes que danzaban eran actividades muy divertidas e ingeniosas.
¿Cuál es el dato más antiguo y curioso que encontró en su investigación?
Las comparsas son más antiguas que el propio Carnaval oficial de la ciudad de Panamá, puesto que la historiadora Damaris Díaz Szmirnov descubrió unas líneas escritas en un ejemplar del periódico Star & Herald del 10 de marzo de 1859, en las que –con cierto tono de alivio – se comenta el fin de la fiesta (el Carnaval): “un número de bailes y fandangos en Santa Ana y un desfile de negros por las calles, aullando hasta convertir la noche en pesadilla”. Explica que en esa época las clases bajas celebraban el Carnaval en Malambo y Malambillo y realizaban competencias en el mar, en el área del mercado y en Punta Prieta.
¿Confirma que el Carnaval viene de una influencia española?
El Carnaval es una festividad tradicional heredada de los conquistadores europeos, y Panamá no escapa de esa realidad, ya que esta es una celebración que tiene lugar inmediatamente antes de la Cuaresma cristiana (que se inicia con el Miércoles de Ceniza), y que tiene fecha variable (entre febrero y marzo según el año).
A raíz de la expansión del cristianismo fue cuando más auge tomó, teniendo como motivo principal el hecho de despedirse de comer carne y de llevar una vida licenciosa durante el tiempo de Cuaresma. Esta despedida a la carne se realizaba los días previos al Miércoles de Ceniza, que se destinaba a la abstinencia, recogimiento y el ayuno, acompañado de oraciones, penitencia y espiritualidad religiosa.
¿Fue la comparsa una expresión exclusiva de arrabal?
En sus inicios esta era una actividad de los barrios emergentes en la ciudad capital, que incluían Malambo, Malambillo, Santa Ana, El Chorrillo y Marañón. Estas localidades son la cuna de esta manifestación popular. Ellas tienen una manera distinta de apropiarse del Carnaval y que poseen posiblemente mayor libertad creativa para inventar motivos, pues están menos sujetos a cánones convencionales y tradicionales, aun respetando ciertas normativas.
¿Cuál es la importancia de las comparsas?
Las comparsas poseen gran importancia dentro de la identidad cultural urbana, pues aportan elementos que caracterizan al pueblo. Sus cantos originales, los bailes en las avenidas, sus disfraces y su musicalización, eran el resultado del esfuerzo de por lo menos seis meses de preparación.
¿En qué se diferenciaron los atuendos de las primeras comparsas a las contemporáneas?
Las comparsas confeccionaban sus disfraces de elementos de moda o llamativos: se tomaba en cuenta algún suceso del momento, un programa televisivo o un personaje del momento. Para cada día había un disfraz; el sábado de Carnaval utilizaban cualquier disfraz. El domingo era dedicado a los elementos folclóricos. El lunes utilizaban el disfraz del año anterior y el martes era el gran día y se usaba el disfraz de gala. En la actualidad cada miembro de la comparsa se viste con lo que tenga.
¿Cuándo considera el periodo más álgido de las comparsas?
El período de lujo y esplendor estuvo entre 1942 a 1958. En 1946, con la celebración de los Carnavales de la Victoria, se recuerda por su gran cantidad de confites y serpentinas que inundaron las calles panameñas y se fundó la Comparsa Los Reyes, en la calle 21 del barrio del Marañón, convirtiéndose en una de las comparsas más populares de este periodo.
En este periodo también fueron famosos los nombres de pueblos y personajes importantes de la edad antigua y moderna, utilizados por las comparsas, formada por obreros de salarios altos, que hasta se costeaban su lujoso vestuario, como Los Genios y Los Califas de la avenida Central; Los Condes de calle 14 Santana; Los Galantes y los Piratas del barrio de El Marañón; Los Dandys del barrio de San Miguel, Los Limberos de la Antigua Casa Miller, Las inseparables, comparsa Zaratí. Su indumentaria era tan lujosa que entre ellas se podía distinguir telas de terciopelo, sedas, satín y adornos de alta calidad.
¿Cómo se medía el éxito de cada equipo?
La comparsa Los Calipsos, de calle 18, del Marañón tuvo el récord nacional de 11 años consecutivos de ser ganadora del primer lugar en los desfiles de Martes de Carnaval de la ciudad de Panamá (1959–1969). El éxito entre las agrupaciones era su alegría, su sentido de pertenencia y orgullo de los miembros por pertenecer a una comparsa.
¿A dónde fue a parar la música como resultado de las comparsas?
Las comparsas populares de la ciudad de Panamá, al menos en los barrios que se da esta expresión, se utilizan los instrumentos musicales de ascendencia afro y muy especialmente los de procedencia cubana.
En la actualidad, cinco ritmos musicales se han identificado entre las comparsas capitalinas que se le han denominado Samba Criolla, Rumba Criolla, Merengue Criollo, Polirritmia Criolla y Deturpación de Batucada. Estos ritmos musicales constituyen un acontecimiento tanto musical como social que atiborran de alegría a los participantes y al público espectador.
¿A qué se debe que se haya reducido a 35 los integrantes de una obra?
Son muchos los aspectos por los cuales las comparsas han disminuidos sus miembros y uno de los más importante es la seguridad. Los “comparseros” piden reforzar la seguridad en los lugares que están localizadas, ya que la presencia de jóvenes pandilleros carentes del conocimiento de su identidad cultural limita la participación de nuevos miembros. Las comparsas han tenido que utilizar diferentes estrategias o lugares fuera de su barrio para realizar las prácticas de sus miembros, para poder participar en los desfiles en los días de Carnaval. Además, los permisos que otorga la autoridad para realizar las prácticas no son respetadas por la policía.