El director de cine Shaka King aterrizó a Panamá por primera vez durante el transcurso del Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF, por sus siglas en inglés) y sintió una gran sensación de curiosidad, ya que su padre es de origen panameño, de la provincia de Colón.
Su película Judas y el Mesías Negro –que cuenta la historia del asesinato del líder de las Panteras Negras Fred Hampton a manos del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos– cosechó muchos éxitos en el ámbito de la cinematografía internacional, entre ellos, el premio Oscar al mejor actor de reparto, Daniel Kaluuya, así como a la mejor canción original, Fight for You, de H.E.R, Dernst Emile II y Tiara Thomas.
Además, el Instituto Estadounidense del Cine incluyó el filme en su lista de las 10 mejores películas del año 2020.
En entrevista con este diario, King describió que, si bien siente esa conexión personal con Panamá, todavía necesitaría tiempo para explorarla más. “Siento esa conexión, pero tendría que quedarme aquí por más tiempo. Acabo de visitar Colón y es fuerte. Acabo de venir ayer (el pasado jueves). Y me dejó bastante triste, a la vez que me abrió los ojos”, expresó.
Lo que más le llamó la atención de su visita a Colón fue la pobreza que, según reconoció, le “rompió el corazón”. Y es que, según explicó, en esa parte del país y en algunos lugares de Estados Unidos, sobre todo en el sur y el oeste, se puede observar la desigualdad, que se evidencia en un contexto en el que hay comunidades que no tienen el mismo acceso a las oportunidades y se ven sumidas en la pobreza extrema, por lo que piensa que falta mucho trabajo por hacer en este sentido.
La película se estrenó en Estados Unidos en diciembre de 2020, un año marcado por las protestas en contra de la discriminación racial que fueron desatadas tras el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de la policía de Minneapolis. Derek Chauvin, el policía que puso su pie sobre el cuello y lo asfixió hasta matarlo, hoy en día está tras las rejas.
“La película ayudó a mantener la conversación sobre la discriminación racial en Estados Unidos”, agregó King, y señaló que el cine es un buen catalizador para generar cambios en la sociedad.
Sobre el proceso de realización de la película, King y su equipo tuvieron acercamientos con el hijo de Fred Hampton, Fred Hampton Jr., quién se involucró fuertemente en la producción del filme.
“Había que ganarnos su confianza. Nos tomó dos años construirla, al punto que nos dio esa confianza y nos ayudó extensivamente durante el proceso. Esa fue una experiencia que cambió nuestras vidas. Nosotros siempre intentábamos ser fieles a la verdad y de contar los hechos tal cual sucedieron (…) Él cambió mi vida en todos los aspectos”, reflexionó el cineasta.