Los teatros, museos y salas de cine de Uruguay reabrieron ayer luego de que el gobierno aprobara un estricto protocolo que los actores consideran “inaplicable”.
Después de cinco meses de cierre y tras varios reclamos de la industria cultural, que se consideraba rezagada en la apertura de actividades en el marco de la pandemia de Covid-19, el gobierno aprobó la semana pasada los protocolos necesarios para habilitar el funcionamiento de salas de espectáculos, museos y galerías de arte.
Sin embargo, ya sea por las dimensiones de algunos centros como por las características de ciertos espectáculos, la reapertura es en varios casos dificultosa o casi inviable.
El protocolo para teatros determina que debe haber una distancia mínima de dos metros entre espectadores, que deben sentarse en filas alternas y con un máximo de 30% del aforo permitido. Asimismo, la primera fila no puede estar a menos de cinco metros del escenario.
Además, los actores deben guardar un distanciamiento mínimo de dos metros entre sí. “Aunque artísticamente sea necesario el contacto físico o un mayor acercamiento entre los intérpretes, el mismo no puede producirse: habrá que adaptar las puestas en escena para responder a este requisito inevitable”, apunta el documento difundido por el Ministerio de Educación y Cultura.
“Parece un protocolo elaborado por alguien que nunca entró a un teatro y no sabe qué está regulando”, declaró la presidenta de la Sociedad Uruguaya de Actores, Alicia Dogliotti, al local canal 12. “Es inaplicable”, agregó.