En una ciudad usualmente afectada por altos niveles de contaminación, un artista holandés ha ideado una solución algo excéntrica: una estructura de metal de 7 metros de alto que aspira esmog y expulsa aire limpio.
La Smog Free Tower es obra del artista Daan Roosegaarde y se exhibe en el Distrito 798, el célebre vecindario de artistas de Pekín.
Con 45 placas de plata semejantes a persianas semiabiertas, la torre contiene una máquina purificadora de aire que emite un zumbido constante. “Eso no es ruido”, aseveró Roosegaarde, parado junto a la torre.
“Es el lindo sonido de aire limpio soplando hacia ti”. Hay pocos recursos más preciados en Pekín que el aire limpio, particularmente en el invierno cuando aumenta la contaminación, pues las plantas eléctricas alimentadas por carbón funcionan a su máxima capacidad.
Los niveles de polvo y partículas nocivas en el aire de Pekín están entre los peores del mundo. Según las autoridades, la contaminación ha generado niveles excepcionalmente altos de cáncer de pulmón. Y en días particularmente graves, las escuelas prohíben a los niños salir al patio y las personas andan en la calle con máscaras típicas de hospitales u obras de construcción.
Roosegaarde, cuyos proyectos tratan de vincular a la gente con la naturaleza y las fuentes de energía, tuvo la idea de la torre cuando visitó Pekín hace tres años, y apenas podía ver por la ventana debido a la espesa contaminación. “No podía siquiera ver a la calle de al lado”, expresó, “y eso me cambió la vida”.
Roosegaarde desea construir más de esas torres, quizás con ayuda financiera del Gobierno chino.