Ocho mujeres comen alrededor de una mesa alargada, bajo la atenta mirada de dos institutrices que les murmuran consignas. De pronto, una de ellas llama al orden a una de las estudiantes, que olvidó bajar el codo mientras tomaba la sopa.
La escena no tiene lugar en un elegante restaurante ni en un elitista club social; es parte del programa del Instituto Villa Pierrefeu, la última de las escuelas suizas dedicadas a enseñar buenos modales a mujeres.
“Ahora me doy cuenta de que confundía las reglas francesas con los modales británicos”, contó Heba, una de las estudiantes del instituto ubicado en Glion, en los altos junto al lago Lemán.
Esta egipcia de 34 años explica, un poco avergonzada, que dejó el cuchillo en el plato aunque no lo había utilizado, un error según los modales franceses.
Heba es una de las 30 estudiantes provenientes de 14 países que participan en un curso intensivo para aprender comportamiento, artes florales, gestión del personal doméstico, decoración de la mesa y reglas de etiqueta.
“Es muy exigente (...) exhaustivo”, dice Taylor, una estadounidense de 34 años.
Viviane Neri tomó las riendas de la escuela en 1972, unos 20 años después de que su madre fundara el instituto. “Evidentemente, tenemos a hijas de presidentes y a princesas, pero no representan a la mayoría” de las alumnas, dice. “También hay personas que ahorran para financiar su viaje (...) se dan cuenta de que esto les va a dar conocimientos adicionales que pocas personas tienen”.
Pero aprender a comportarse tiene un precio. Dependiendo de la fórmula elegida, los cursos de verano, incluyendo el examen y el alojamiento, pueden llegar a costar 30 mil dólares.
El instituto acoge a amas de casa, pero también a ejecutivas.
Hace 50 años, en la región muchas instituciones recibían a jóvenes de buena familia que buscaban convertirse en esposas modélicas. Una de ellas fue la princesa Diana.
Pero el Instituto Pierrefeu ahora es el último de este tipo en Suiza.