Un museo de ‘otro tiempo’ abre al público en Panamá



A veces una máquina del tiempo no es aquella que transporta hacia otras épocas, sino la que trae años pasados al presente. El Casco Antiguo de la ciudad de Panamá, que se destaca por su calles, edificios y esquinas llenas de historias, ahora es el hogar de uno de esos portales del tiempo: la Casa Catedral Museo de Antaño.

El visitante solo necesita llegar a calle 5ta., diagonal al Museo del Canal Interoceánico de Panamá, y comenzará a darse cuenta que algo distinto está pasando. En la entrada del museo se encontrará con personajes vestidos de época (años 1900) que le darán la bienvenida al recorrido. Máquinas de escribir, teléfonos y otras piezas curiosas son las primeras señales de que se comienza a retroceder en el calendario.

En la planta baja, la música sirve como ambientador y telón de presentación de los verdaderos protagonistas del lugar: ocho autos de colección de entre 1900 y 1950.

El lujo, brillo e imponencia de los vehículos sigue intacto y son los que finalmente logran esa conexión con el pasado. Desde un modelo de los primeros autos fabricados en serie por la compañía automotriz estadounidense Ford en 1916, el cual enciende con manivela; pasando por un ejemplar de la descontinuada marca DeSoto que conserva intactos sus rines de madera, hasta un modelo Thunderbird de 1955, el cual en 1956 compitió en el autódromo de Daytona, Estados Unidos.

“Queremos mostrar la historia de estas antigüedades y piezas invaluables en Panamá. Su idiosincrasia, cultura y el valor histórico que tienen los autos clásicos y todas las antigüedades que hay en el museo”, explica Sixela Montilla, quien junto a su padre Alexis Montilla, son los creadores de este espacio.

La familia comparte otras curiosidades de su colección privada de autos, como el Ford T de 1930 el cual tiene tres pedales (freno, acelerador y embrague) y es famoso por ser relacionado con los gánster y la mafia. Así como el DeSoto que es un modelo parecido al utilizado para transportar al ex presidente estadounidense Franklin Roosevelt en sus visitas a Panamá.

“Hay autos como el alemán Opel Kapitan, el cual era muy visto en Panamá y fue uno de los primeros carros europeos en llegar al istmo, que le traen muchos recuerdos a los visitantes. Algunos suelen decirnos que sus familias tenían un auto igual de chicos”, comparte Sixela, quien espera que el museo sirva además para que las personas aprendan la importancia histórica de conservar estos autos.

Pasión familiar

Todos los autos en exhibición son totalmente funcionales y conservan sus piezas originales, en gran parte gracias a un trabajo y dedicación que llenan los días del señor Montilla desde que tenía 14 años, cuando adquirió su primer auto clásico en su natal Venezuela. En su país tienen alrededor de 100 autos clásicos distribuidos en sus parques temáticos: Los Aleros, la Venezuela de Antier y La Montaña de los Sueños. Algunos de estos vehículos pertenecieron a ex presidentes venezolanos como Rómulo Betancourt (1908-1981) o Juan Vicente Gómez (1857-1935).

Así como se expandieron a Panamá, la familia Montilla planea llegar a otros sitios tanto en el istmo como internacionalmente.

Cultura, el gran final

Pero aunque los autos son el plato fuerte, el recorrido por el resto del museo no deja de evocar nostalgia. La propia edificación, con sus arcos chatos, tejas, puertas y calicanto, estimula el archivo de recuerdos. En las paredes, videos y fotografías sobre la historia de Panamá le dan al visitante una rápida mirada del camino que ha pasado el país para llegar a estos días. Además, los visitantes tienen la opción de vestirse de época para que la inmersión sea aún mayor.

En la segunda planta, una cantina familiar, igualmente manteniendo la temática vintage, le ofrece a los curiosos la oportunidad de refrescarse o escuchar música en sus sinfonolas.

En las noches de los viernes y sábados (momentáneamente, ya que a futuro esperan ampliar los días) se presenta un espectáculo multicultural, en el que bailarines interpretan espectáculos musicales de países latinoamericanos como Brasil, Colombia, Argentina, Perú, Venezuela y cierran con Panamá.

Casa Catedral Museo de Antaño es el nuevo espacio no solo para los amantes de los autos, sino para cualquier persona que se quiera dar una escapada a través del tiempo.

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