Una de las últimas sobrevivientes de la orquesta de mujeres de Auschwitz, la alemana Esther Bejarano, murió el viernes por la noche a los 96 años, anunció el director del Centro Educativo Ana Frank en Twitter.
“Dedicó su vida a la música y a la lucha contra el racismo y el antisemitismo”, escribió Meron Mendel, recordando que Esther Bejarano, deportada en 1943 al campo de exterminio nazi, había logrado salvar su vida porque era músico y tocaba el acordeón en Auschwitz.
“Una voz importante en la lucha contra el racismo y el antisemitismo ha muerto”, tuiteó el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, subrayando que “su vitalidad y su increíble historia” eran admirados.
Nacida en Sarrelouis, fue deportada por primera vez a Auschwitz en abril de 1943 antes de ser trasladada en noviembre al campamento de Ravensbrück. Sus padres y su hermana fueron asesinados por los nazis.
Después de la guerra, viajó a Palestina y vivió durante casi 15 años en Israel, antes de regresar a Alemania, donde desde hace años contaba su historia y en los últimos años advertía contra el ascenso de la extrema derecha. “Los que hemos vivido esto [la deportación], sabemos que no existen las palabras adecuadas para describir lo grave que es”, insistía, citando en particular el movimiento xenófobo y antimusulmán Pegida y el partido de extrema derecha AfD.
Escribió varias novelas autobiográficas, se dedicó al canto y al comité internacional de Auschwitz.
Fue reclutada en la orquesta de mujeres de Auschwitz cuando no sabía tocar el acordeón, sino sólo el piano. Con las otras músicos, debía tocar para los prisioneros y para los deportados cuando bajaban de los convoyes.


