Una vida sin residuos

Una vida sin residuos


Cada persona genera, en promedio, unas 4.4 libras de basura al día y en el mundo entero la cifra se multiplica hasta las 3.5 millones de toneladas diarias, según la revista National Geographic. Son números 10 veces mayores que hace 100 años y aumentarán si no hay un giro en el ritmo de consumo.

Un cambio que puede empezar en cada individuo, tratando de generar un menor impacto; una vida zero-waste o cero residuo, aquella que tiene como meta no generar desperdicios para poder rediseñar el ciclo de vida de los productos y recursos que usamos a diario. Una ideología ambiental que sigue Ilana Perry, una joven canadiense de 26 años que vive en Panamá desde 2015.

Perry se adentró al mundo de zero waste de manera gradual, tras su llegada a Panamá. Al no existir sistemas públicos de reciclaje y compostaje como en Canadá, Perry notó, por primera vez, el volumen de desechos que generaba y acumulaba. “¡Fue un shock!”, apunta. Entonces, sintió la responsabilidad de hacer algo y empezó con el manejo de los desechos sólidos y fue investigando y evolucionando hasta contemplar una perspectiva más amplia del proceso entero de los productos o servicios y del impacto de la basura que generamos.

Mentalidad ‘verde’

Ser zero waste implica reducir cualquier consumo innecesario, cuidar y reparar tus pertenencias, reutilizar recursos y reciclar o compostar siempre que se pueda. Parece complicado, pero una persona no necesariamente tiene que cumplir con todos estos requisitos para llevar una vida zero waste. Perry explica que, más bien, se trata de tener una mentalidad más “verde” en el día a día. “Yo considero que alguien es zero waste cuando hace lo que pueda en su circunstancia personal para minimizar la cantidad de desechos que genera y, naturalmente, hacer un esfuerzo constante para reducir su huella ambiental”, comenta Perry y refuerza: “Ser zero waste es ser creativo para extender la vida útil de todos los recursos que tenemos”.

Reducir la cantidad de productos o materiales que se consumen o adquirirlos de segunda mano cuando sea posible, el reciclaje constante (productos que extiendan su vida útil hasta cinco veces), el compostaje de desechos orgánicos y no comprar alimentos en empaques plásticos, son algunos de los principales hábitos zero waste que aplica Perry, quien comparte más prácticas ambientales desde la plataforma digital es.somosgreenish.com y en redes sociales.

Los escollos

Uno de los tantos obstáculos que se les presenta en Panamá a las personas que intentan llevar una vida sin residuos o más eco amigable, es encontrar productos sin empaques o con empaque reutilizables y, además, que sean accesibles económicamente.

La conservación del planeta aún no es una prioridad para los tomadores de decisiones, por lo cual existen muchos retos sistemáticos que obstruyen una transformación sostenible y positiva dentro de la sociedad, se lamenta.

Perry cuenta que el bloqueador solar y la pasta dental son algunos ejemplos de los muchos productos difíciles de encontrar en una versión “verde”.

Y si se consigue un producto ecoamigable, generalmente es más costoso que los genéricos o solo se pueden encontrar en tiendas especializadas, lo que hace poco accesible al o los productos.

No obstante, hay cientos de formas de minimizar nuestra huella ambiental personal, sin productos especiales, para así no depender de los comercios, industrias y demás particulares, para empezar con un cambio positivo, plantea Perry. “Yo aprendí mucho sobre cómo reducir la cantidad de desechos que producimos, leyendo cuentas en redes sociales y blogs sobre el estilo de vida zero waste”.

¿Hay más personas zero waste en Panamá? La ambientalista responde que sí, aunque muchos no lo sepan. Y explica: “Hay personas que, por ejemplo, han vivido siempre en el campo, siendo muy cuidadosos al comprar solo lo que necesitan, usando muchos materiales directamente de la naturaleza y practicando el compostaje, a su manera”.

En su página web, es.somosgreenish.com, Perry ofrece consultorías de educación ambiental que tienen como propuesta generar contenido accesible y fácil de entender, sin necesidad de tener experiencia o conocimiento previo. Es un espacio de aprendizaje y acción positiva, además de contar con “eco clases” online para quienes estén interesados en temas como el zero waste, compostaje y limpieza natural en casa.

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