La unidad que da la danza

La unidad que da la danza


El espectáculo Talento en movimiento reunirá a 60 jóvenes bailarines procedentes del Hogar San José de Malambo, las Aldeas Infantiles SOS y del Barrio Activo, quienes compartirán escenario con artistas de la Universidad de Panamá y colegas procedentes de Estados Unidos.

Esta actividad, organizado por Movement Exchange, se llevará a cabo mañana 20 de julio, a las 7:00 p.m., en el Teatro Anita Villalaz (San Felipe). La entrada es gratis para ver las 13 piezas que lo conforman.

Los chicos tienen entre 7 y 18 años. Su participación es el resultado del proceso de aprendizaje que han recibido de la mano de Movement Exchange.

Mientras que los participantes de la Casa de Octavio Méndez Pereira son estudiantes del Departamento de Baile de la Facultad de Bellas Artes.

En tanto, los representantes extranjeros son damas que algunas están en secundaria y otras hacen estudios de postgrado. “Provienen de diversas partes de Estados Unidos. El intercambio que realizamos para nuestra presentación anual es una convocatoria abierta, y no necesariamente pertenecen a un club universitario asociado con nuestra organización”, explica Kimberly Choi, coordinadora de Movement Exchange en Panamá.

“Este año, las piezas fueron coreografiadas y dirigidas por Adrián Morales, quien estudió en la Universidad de Panamá y es nuestro instructor de danza contemporánea de los niños de las Aldeas Infantiles SOS”, agrega Choi.

Pasión

Movement Exchange opera desde 2010 en el istmo y fue fundada por Ana Elsa Pasternack, que “tuvo la visión de compartir su pasión por el baile mientras trabajaba en Panamá “.

En la unión americana “surgió a la par de la fundación en Panamá. La organización educa a extranjeros en las conexiones que ofrece la danza en el mundo”.

También le brindan la oportunidad a universitarios nacionales “para dictar clases a universitarios estadounidenses en Panamá” y lograr entenderse sin tener que necesariamente que comunicarse vía oral. “Es una conexión tierna cuando dos personas de diferentes culturas, que no hablan el mismo idioma, logran conocerse de manera íntima a través de la danza”, anota.

Los voluntarios estadounidenses participan en nuestro país en un diplomado académico, y de paso, “aprenden de la cultura panameña y aprenden a respetar las diferencias”. Su estadía dura una semana, “comen la comida panameña, visitan patrimonios históricos, toman clases de típico y congo, aprenden un poco de español y se les enseña acerca de la historia panameña”.

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