Unos 50 países ya comenzaron la vacunación contra el nuevo coronavirus, apenas un año después de la primera alerta lanzada por las autoridades chinas a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
China fue el primer país que inició, desde el verano boreal, una campaña de vacunación reservada para quienes corren mayor riesgo (empleados y estudiantes que van al extranjero, cuidadores, etc.).
Más de cinco millones de dosis de vacunas experimentales chinas se han inyectado en el país, que aprobó oficialmente ayer una desarrollada por Sinopharm.
Rusia siguió el 5 de diciembre, cuando comenzó a vacunar a los trabajadores en riesgo con Sputnik V, la vacuna desarrollada por el Centro Nacional Ruso de Epidemiología y Microbiología Gamaleya. Esa vacuna fue aprobada desde entonces por Bielorrusia y Argentina, que comenzaron la campaña el martes. Argelia seguirá sus pasos en enero.
Inglaterra fue, por su parte, el primer país occidental en autorizar la vacuna desarrollada por la alianza estadounidense-alemana Pfizer-BioNTech. Su campaña comenzó el 8 de diciembre y más de 800 mil personas ya recibieron la primera de dos dosis.
El país fue también el primero en aprobar el miércoles la vacuna de AstraZeneca-Oxford, que será inyectada a los británicos a partir del 4 de enero.
En Occidente, le siguieron Canadá y Estados Unidos el 14 de diciembre. Luego, Suiza el 23 y Serbia el 24, la casi totalidad de la Unión Europea el 27, Noruega el 28 e Islandia el 29, todos con la vacuna de Pfizer-BioNTech.
Estados Unidos y Canadá fueron también los dos primeros en haber autorizado la vacuna del laboratorio estadounidense Moderna.
En Oriente Medio, Israel ya inyectó más de 800.000 dosis, Baréin más de 60.000 y Omán más de 3.000, según cifras oficiales.
En Latinoamérica, México, Chile y Costa Rica iniciaron su campaña el 24 de diciembre, con las vacunas Pfizer-BioNTech.