Un tribunal de la provincia de Darién impuso una condena de 39 años de prisión a siete panameños y un colombiano por violación, robo y privación de libertad en perjuicio de migrantes que transitaban por lo selva darienita.
Durante una audiencia celebrada el pasado jueves, los jueces Luis Bethancourt, Agilio Gudiño y Baldomero Valencia aplicaron la sanción luego que la fiscal Lorena Cadenas solicitó una pena ejemplar para los imputados.
El tribunal le aplicó a cada imputado la pena de 18 años de prisión por el delito de robo agravado, otros 18 por violación agravada y tres años por el delito de privación de libertad.
La investigación se inició el 27 de agosto del 2022, cuando un grupo de migrantes reportó haber sido atacado por hombres armados que los despojaron de sus pertenencias y abusaron sexualmente de una niña. Las víctimas fueron atacadas a la altura de Quebrada Chiquero, río Sucurtí, distrito de Pinogana, provincia de Darién. Los privaron de libertad para despojarlos de sus pertenencias y cometer agresiones sexuales.
En los últimos cinco años, el Órgano Judicial ha emitido 101 sentencias condenatorias por los delitos de tráfico de migrantes y trata de personas; 36 de estas condenas se produjeron en 2022, tras el incremento del número de migrantes que llega a la provincia de Darién.
En los últimos cinco años, el Órgano Judicial ha imputado cargos a 391 personas por los delitos de tráfico de migrantes y trata de personas.
Según las autoridades, el grupo había atacado con anterioridad a ciudadanos panameños residentes en la región, por lo que el Ministerio Público había iniciado una investigación.
Las cifras del Órgano Judicial revelan que en los últimos cinco años se han imputado cargos por el delito de tráfico de migrantes a 342 personas, mientras que a otras 49 se le formularon cargos por el delito de trata de personas.
En 2022, entraron por la región del Darién 248,284 personas y en lo que va del presente año (hasta el 15 de octubre) ya han pasado 435 mil 404 personas. En 2021, atravesaron la selva 133,726 personas; 6,465, en 2020; 22,102, en 2019; 9,222, en 2018, y 6,780, en 2017.
Según un reporte del Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus sigas en inglés), con sede en Washington, el Tapón del Darién es una de las rutas migratorias más difíciles del mundo, agravada por la escasez de asistencia gubernamental y humanitaria en la selva. En la selva no hay señal de telefonía móvil, por lo que los migrantes deben depender unos de otros y, los que pagan, de guías. Entre 2014 y 2021, según el MPI, 253 migrantes murieron o desaparecieron en el Tapón del Darién.
El instituto señala que Médicos Sin Fronteras había atendido, hasta principios de octubre de 2023, a más de 200 víctimas de violencia sexual, la mayoría mujeres y niñas, incluidos casos de violación y otros abusos sexuales cometidos durante robos.