El destino de los millones de dólares por los cobros ilegales de Cobranzas del Istmo, S.A. y la trama de corrupción detrás de esta empresa en el gobierno del entonces presidente Ricardo Martinelli, comienza a esclarecerse.
Ayer, el comerciante Cristóbal Salerno, en la ampliación de su indagatoria ante la Fiscalía Cuarta Anticorrupción, reveló cuál era la supuesta participación del mandatario en los cobros de Cobranzas del Istmo, compañía a la que se le asignó en el pasado gobierno la misión de recuperar impuestos morosos.
Salerno declaró que Martinelli recibió beneficios millonarios producto de los cobros que gestionó Cobranzas del Istmo, relató a La Prensa una fuente ligada a la investigación.
Bajo juramento, Salerno declaró que él mismo entregaba a Martinelli “maletas con efectivo” cada dos o tres meses en las oficinas de Monte Oscuro, donde operan las oficinas administrativas del Súper 99, uno de los negocios del exmandatario.
Salerno señaló que en cada maleta había entre $400 mil y $600 mil.
LAS LLAMADAS
Salerno contó que Martinelli le llamaba con frecuencia para pedirle el dinero por los cobros que hacía Cobranzas del Istmo, empresa que recibió $47.1 millones, en 4 años, en concepto de comisiones.
Aseguró a la fiscal Ruth Morcillo que, adicionalmente, entregó a Martinelli un cheque por $900 mil, a través de la sociedad Corporación de Energía del Istmo, y cuyos fondos provendrían de su “participación” en los cobros que llevó a cabo Cobranzas del Istmo.
Salerno, quien llegó a las 8:30 a.m. de ayer al edificio Avesa, donde está la Fiscalía Cuarta Anticorrupción, amplió su declaración indagatoria, ya que el miércoles 20 de mayo declaró por varias horas.
Tras esta diligencia, la fiscal Morcillo le otorgó la medida cautelar de casa por cárcel.
REACCIÓN
Ayer mismo, el expresidente Martinelli, quien está fuera del país desde el pasado 28 de enero, negó lo declarado por Salerno.
En su cuenta de Twitter, Martinelli escribió: “Es totalmente falso que el señor Salerno me haya dado maletín con algún dinero. El [Salerno] por salvarse él y a su hija, coaccionado por el Gobierno, dice lo que sea”.
En la actualidad, Martinelli es investigado por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) por la supuesta comisión del delito contra la administración pública [peculado] en el contrato para el suministro de comida deshidratada, adquirido a través del Programa de Ayuda Nacional (PAN).
Además, la CSJ analiza si admite ocho denuncias contra el exmandatario, presentadas por víctimas de los pinchazos telefónicos en la administración pasada.
Abogados consultados sobre el tema aseguran que la fiscal Morcillo tendría que compulsar copias a la CSJ sobre lo revelado por Salerno con relación a Martinelli, ya que este es diputado del Parlamento Centroamericano y, por esta condición, le corresponde a la máxima corporación de justicia investigarlo y procesarlo.
MILLONES PARA CUCALÓN
Salerno también implicó en la trama de corrupción a Luis Cucalón, exadministrador de la extinta Autoridad Nacional de Ingresos Públicos (Anip). Dijo que le entregó un cheque de $2.8 millones, proveniente de las comisiones que recibió Cobranzas del Istmo y como prueba aportó una copia a la fiscal.
Agregó que, en total, Cucalón recibió $5.8 millones y que este le exigía pagos para agilizar las comisiones que correspondían a Cobranzas del Istmo por la gestión de los impuestos morosos.
Cucalón ha sido imputado por la Fiscalía Cuarta Anticorrupción en este proceso y debe acudir este lunes 25 a rendir indagatoria.
Por este caso también fueron imputados y tendrán que rendir indagatoria el exministro de Economía y Finanzas Frank De Lima y María Alessandra Salerno, hija de Cristóbal Salerno. Ella y su padre aparecen como apoderados de Cobranzas del Istmo.
La Fiscalía Cuarta Anticorrupción también investiga la presunta comisión de delitos contra la fe pública y otros, con relación al contrato entre Cobranzas del Istmo, S.A. y el Ministerio de Economía y Finanzas, firmado en 2010.
LOS MILLONES DE TOCUMEN S.A.
Salerno también se refirió a la comisión de $21.8 millones que recibió Cobranzas del Istmo por parte de Tocumen, S.A., que administra el principal aeropuerto del país.
El comerciante, uno de los donantes a la campaña de Cambio Democrático para las elecciones de mayo de 2014, se comprometió a gestionar el depósito del dinero en una cuenta del Banco Nacional de Panamá, para que el Ministerio Público realice diligencias para su cautelación.
Salerno, incluso, aportó pistas sobre dónde se encuentran esos fondos: una parte la tendría Gabriel Gaby Btesh –promotor inmobiliario y miembro del “círculo cero” de Martinelli– quien recibió un cheque que fue depositado en la banca privada.
Hace 15 días, en un acto público, el presidente Juan Carlos Varela adelantó que el dinero cobrado ilegalmente a Tocumen, S.A. aparecería prontamente.
EL NEGOCIO
El accionista principal de Cobranzas del Istmo, S.A. era Limacri Holding, S.A. Así consta en la certificación que mostraron ante la Dirección General de Ingresos.
La sociedad fue constituida el 4 de septiembre de 2002 por Manuel Salerno Abad y Cristóbal Humberto Salerno, quien fuera presidente de Cobranzas del Istmo, S.A.
En tanto, desde noviembre de 2012, la presidenta de Limacri es María Alessandra Salerno, quien también figura como apoderada de Cobranzas del Istmo, S.A.
El actual estatus de Salerno padre lo pone en una situación parecida a la que vivió en 2006, cuando se le ordenó medida cautelar de país por cárcel tras estar vinculado al hallazgo de 195 granadas y otros explosivos como TNT y C-4. Por este caso, Salerno estuvo prófugo hasta que se entregó a las autoridades.
En la administración del cambio, Salerno no ocultó su cercanía al partido gobernante Cambio Democrático y su amistad con el exmandatario. Durante el quinquenio pasado, Salerno no solo le sacó frutos a Cobranzas del Istmo. También incursionó en el millonario negocio de las impresoras fiscales, luego de que el Gobierno obligara a los comerciantes a usar esta tecnología.
Él y su hija se asociaron para vender esas máquinas con Gabriel ‘Gaby’ Btesh, miembro del círculo cero de Martinelli y socio del empresario Felipe Pipo Virzi, quien, al igual que Salerno, vive en el edificio Bellagio, en Punta Pacífica, donde el comerciante cumplirá su arresto domiciliario.
Ayer, pasadas las 7:00 p.m., Salerno abandonó la fiscalía rumbo a su residencia.
Con información de Eduardo Mendoza y Olmedo Rodríguez