Un total de 25 detenidos en toda Centroamérica fue el resultado de una operación conjunta que desmanteló a una red de traficantes de migrantes extracontinentales que tenían como destino Estados Unidos y Canadá.
Los operativos efectuados en Costa Rica, Guatemala, Honduras, El Salvador y Panamá fueron producto de un trabajo de inteligencia y seguimiento a células de la red que manejaba el tráfico de indocumentados por la región.
El fiscal especializado contra la delincuencia organizada, Rafael Baloyes, explicó que en Panamá la red mantenía operaciones en el apartamento 25A del edificio Lacosta Tower, en Costa del Este, en donde se detuvo a los cabecillas de la red criminal.
Baloyes explicó que también se hicieron allanamientos en la pensión La Cigarra, corregimiento de Santa Ana, y Parque Lefevre, en donde se detuvo a otras cinco personas.
En la pensión, los migrantes permanecían, sin salir, hasta que eran llevados a la terminal de Albrook para ser trasladados a Chiriquí y seguir camino a Costa Rica.
A la vez se informó que otras siete personas se encuentran bajo investigación para esclarecer su relación con la red criminal.
Al grupo delictivo se le vincula con el tráfico de unos 600 extracontinentales retenidos en abril pasado por las autoridades en la frontera tico-panameña.
RED COBRABA $1,500 A MIGRANTES POR PASO POR PANAMÁ
Una operación internacional en la que participaron cinco países de Centroamérica dio con el arresto en Panamá de siete personas vinculadas a una red de trata de personas, que traficaba migrantes, a quienes les cobraba $1,500 para cruzar por Panamá.
El fiscal especializado contra la Delincuencia Organizada, Rafael Baloyes, informó que en la madrugada de ayer se logró la detención de dos colombianos (cabecillas de la red) y cinco panameños. Estos últimos eran los encargados de la logística de transporte y dar albergue a los migrantes extracontinentales, que en su mayoría provenían del norte de África. Todos pretendían llegar a Estados Unidos o Canadá.
MODUS OPERANDI
De acuerdo con Baloyes durante la operación, efectuada con el apoyo de la Policía Nacional, se detectó un apartamento en el edificio Lacosta Tower, en Costa del Este, desde donde operaban los cabecillas de la red criminal y además se allanó la pensión La Cigarra, en Santa Ana, lugar donde eran alojados los migrantes.
El funcionario detalló que los migrantes ingresaban por la provincia de Darién, luego eran trasladados por tierra hasta la citada pensión en la ciudad de Panamá, en la que permanecían por varios días. Posteriormente eran llevados hasta la terminal de transporte de Albrook, donde abordaban un autobús hacia Chiriquí. Eran movilizados a la frontera con Costa Rica, país al que ingresaban por los pasos clandestinos que existen.
En el resto de los países de Centroamérica había células de la red que ayudaban a acarrear a los migrantes a Estados Unidos y Canadá, que eran los destinos finales.
APOYO INTERNACIONAL
La operación se ejecutó de forma simultánea en Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras y Panamá.
En Guatemala se arrestó a nueve personas; en Honduras, a siete, y en Costa Rica, a otras dos.
El pasado 25 de enero, las autoridades panameñas fueron alertadas por información de inteligencia sobre la presencia en la región de la red criminal. Por ello se diseñó un plan conjunto para apresar a los miembros de la organización.
Se dispuso el seguimiento y vigilancia de los presuntos cabecillas, lo que permitió conocer las rutas usadas para mover a los migrantes.
CONEXIÓN ÚSUGA
Las autoridades sospechan que la red movilizaba parte de los 600 migrantes extracontinentales que en abril pasado fueron devueltos por las autoridades de Costa Rica a Paso Canoas, en la frontera con Panamá, luego de que se descubriera que viajaban sin salvoconductos. Algunos iban sin documentos y otros no tenían los sellos migratorios de Costa Rica ni de Panamá.
También se sospecha que esta red movía a los migrantes desde la frontera de Colombia con Panamá con la participación de miembros del clan Úsuga, banda criminal ligada al tráfico de drogas e indocumentados.
En mayo pasado, el Gobierno panameño ordenó el cierre temporal de la frontera con Colombia en un intento por frenar el paso de migrantes de Cuba, África y Asia.
Previamente, Nicaragua y Costa Rica habían cerrado el paso a indocumentados.