Gobierno dona millones de dólares a la Iglesia católica

Gobierno dona millones de dólares a la Iglesia católica


En 19 meses de gestión, el gobierno de Juan Carlos Varela ha destinado al menos $16.7 millones de fondos públicos para asuntos religiosos, en su mayoría católicos.

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Presidente Varela gasta $9.8 millones en partida discrecional

Si bien desde la Presidencia afirman que cada ayuda se otorga de acuerdo con la labor social que desarrolla la congregación, hay quienes interpretan que el gobernante impone su religión a la hora de priorizar inversiones con fondos públicos.

“Varela le da una valoración más de lo comedido a lo religioso”, comentó el historiador Ricardo Ríos Torres.

Entre los aportes hechos por el Estado en este último período a la Iglesia católica figuran $12.1 millones para restaurar la Catedral Metropolitana, fondos que provienen del Instituto Nacional de Cultura, una entidad que lucha por fondos para poner en funcionamiento el Teatro Nacional y el museo Reina Torres de Araúz.

Varela aportó $15 mil a la Diócesis de Chitré, y otros $15 mil a las hermanas teresianas para el encuentro nacional de renovación juvenil que se realizó entre el 22 y 24 de enero de 2015, y en el que Varela participa cada año.



Tanto Ríos Torres como la antropóloga Ana Elena Porras plantean que el Estado tiene el deber de rescatar el patrimonio histórico, como el caso de la Catedral Metropolitana, pero alegan que al invertir dinero público se debe actuar con equidad y justicia con el resto de los conjuntos monumentales.

El paraíso es caro. Al menos eso es lo que ha demostrado el gobierno de Juan Carlos Varela.

Desde que asumió el poder, hace 19 meses, ha destinado al menos $16.7 millones en fondos públicos para asuntos religiosos, en su mayoría católicos.

El más cuantioso de los aportes estatales ha sido por $12.1 millones para restaurar la Catedral Metropolitana en el Casco Antiguo, dinero que saldrá del Instituto Nacional de Cultura (INAC), una entidad que lucha por fondos para poner en funcionamiento el Teatro Nacional y el museo Reina Torres de Araúz.

El resto sale de todo tipo de entidades, como la Lotería Nacional de Beneficencia, el municipio, la Procuraduría General de la Nación, la Dirección de Asistencia Nacional (DAS), entre otros.

También de la partida discrecional de la Presidencia, cuyas asignaciones están basadas en lo que considere necesario el mandatario.

Desde sus primeros pasos en la política, Varela había mostrado sus inclinaciones espirituales.

En la última campaña se hicieron más visibles. Durante su gestión, se han intensificado.

Por ejemplo, en su segundo mes como mandatario, la pareja presidencial emprendió el primero de los tres encuentros con el papa Francisco en Italia. Cinco meses después, volvió a Roma.

En septiembre de 2015, la primera dama, Lorena Castillo, viajó a Cuba para volverse a encontrar con el pontífice. En esa ocasión no viajó acompañada por su esposo, sino por el sacerdote Teófilo Rodríguez, quien dirigió la Ciudadela Jesús y María de Colón, vinculada a escándalos de pederastia a comienzos de la década de 2000.

DISCRECIÓN ECLESIÁSTICA

El gobierno de Varela ha destinado $620 mil 572 en este rubro a través de la partida discrecional para las Iglesias panameñas.

Sobresalen las donaciones que Varela ha hecho al servicio social javeriano, iniciativa que promueve el Colegio Javier, donde estudió. El 18 de noviembre de 2015 le donó $50 mil y un año antes, en noviembre de 2014, le había aportado otros $15 mil.

Pero el primer aporte de la partida discrecional que Varela hizo a su religión una vez llegó al Palacio de las Garzas fue en septiembre de 2014, cuando dio $15 mil “para apoyar el proyecto de la ordenación episcopal” de Manuel Ochogavia, obispo electo de Colón y Guna Yala.

Ese mismo año, exactamente en diciembre, regaló $25 mil a la Iglesia católica de Panamá, y $15 mil a la iglesia del Carmen, entre otras donaciones.

ambién se acordó de la Iglesia evangélica, institución que recibió $10 mil de parte del gobierno de El Pueblo Primero.

Pero el año 2015 le trajo más buenas noticias a las instituciones ligadas a la religión que profesa el presidente de los panameños. El 20 de enero de ese año, el mandatario le otorgó el cheque 323 a la Arquidiócesis de Panamá por $25 mil.

Ese día también se acordó de la parroquia de Chitré, en la provincia de Herrera, área que es considerada un fortín electoral del oficialista Partido Panameñista.

Desde sus primeros pasos en la política, Varela había mostrado sus inclinaciones espirituales.



Varela aportó $15 mil a la Diócesis de Chitré, y otros $15 mil a las hermanas teresianas para el encuentro nacional de renovación juvenil que se realizó entre el 22 y 24 de enero de 2015, y en el que Varela participa cada año.

En febrero, una de las beneficiadas fue la Iglesia cristiana Hossana, que dirige el pastor evangélico Edwin Álvarez.

De acuerdo con los números de la partida discrecional, recibió $10 mil para el servicio de unción que todos los años programa Álvarez por esos días.

En mayo de 2015 regaló $25 mil a la Conferencia Episcopal Panameña, “para sufragar gastos de mantenimiento de la sede”.

El 18 de junio, a través del cheque 615, el mandatario benefició una vez más a la religión católica, pero esta vez la contribución la hizo desde la cabeza.

Donó $25 mil a la Conferencia Episcopal Panameña, de acuerdo con la Presidencia, “para sufragar gastos del mantenimiento de la sede”.

El 30 de ese mismo mes desembolsó $15 mil para la Asociación de Religiosos de San Agustín, en apoyo económico para los gastos del centro misional Jesús Obrero.

Otro rubro interesante fue el que se destinó para la parroquia San Juan Bautista, en la provincia de Herrera.

Esa comunidad religiosa recibió $20 mil el 15 de julio 2015. Pero por esos días la Diócesis de Colón también fue beneficiada con $15 mil, mientras que la Diócesis de Chitré volvió a recibir $10 mil, esta vez para la cena de gala de la campaña de evangelización.

De las contribuciones importantes que la Presidencia otorgó entre agosto y septiembre de 2015, figuran $10 mil otorgados a la parroquia San Antonio de Padua, en Puerto Armuelles, Chiriquí, para la construcción de una capilla. Y otros $10 mil que se usaron en la restauración de la imagen de san Francisco Javier, en la parroquia San Francisco Javier en Santiago, Veraguas.

La parroquia San Antonio María Claret, por su lado, recibió un apoyo económico de $10 mil en septiembre de 2015 para la Jornada Mundial de la Juventud.

Aparte de los $50 mil que donó en noviembre al servicio social del Colegio Javier, el presidente Varela en ese mes dio otros 50 mil al Colegio Bilingüe San José Del Carmen, ubicado en Arraiján, y $25 mil a los niños cantores de Azuero, quienes participaron en una gira musical navideña.

Entre las partidas más onerosas de diciembre se cuentan $25 mil otorgados a la Arquidiócesis de Panamá, para la fachada de la iglesia La Merced, en el Casco Antiguo de la capital; otros $10 mil para la diócesis de Chitré, y $25 mil que le fueron dados al Instituto Jesús Nazareno para obras sociales.

MÁS APORTES

Al igual que en las partidas discrecionales, la balanza en la repartición del resto de los recursos públicos se ha inclinado más hacia la Iglesia católica.

Por ejemplo, el INAC otorgó a finales del año pasado $150 mil a la Arquidiócesis de Panamá para el desarrollo y difusión del proyecto Navidad Cultural.

A principios de 2014, la Lotería regaló $20 mil a la Diócesis de Chitré para remodelar la parroquia San Juan Bautista.

El Banco Nacional también le aportó $10 mil a la Arquidiócesis de Panamá para el sostenimiento de los programas pastorales a mediados del año pasado.

Por aquellos días, la Procuraduría General de la Nación también contribuyó a la formación de promotores pastorales con poco menos de $6 mil.

En febrero de 2015, el Programa de Ayuda Nacional, hoy Dirección de Asistencia Social, entregó $131 mil a la Diócesis de Santiago de Veraguas para la implementación de huertos. No era un aporte aislado, pues se trata de un programa que ha implementado esta institución.

Hasta ahora, la inversión ha sido por $3.5 millones, según aseguró su propio director, Rafael Stanziola.

“Íbamos a lugares de extrema pobreza y ayudábamos a las iglesias. Casi siempre era por modernización: arreglarlas y mejoras”, explicó.

Añadió que el PAN ha desembolsado cerca de $30 millones en la construcción de acueductos, canchas, parques e iglesias.

La metodología de destinar dinero público a las Iglesias a través del PAN no es nueva.

Durante el gobierno de Ricardo Martinelli, esta institución fue la que más aportes les dio a las Iglesias.

A la Arquidiócesis de Panamá, por ejemplo, le otorgó $58 mil para la confección de una imagen de Santa María la Antigua.

Los aportes del entonces presidente durante sus cinco años, sin embargo, fueron muchos menores que los que ha otorgado Varela en un tercio de su mandato. En total, fueron $3.8 millones, que incluyen $430 mil repartidos a través de su partida discrecional.

Curiosamente, los aportes de Martinelli al comienzo de su gobierno fueron muy escasos. En algunos trimestres, incluso, no le otorgaba fondos a las Iglesias. A medida que pasó el tiempo, no obstante, incrementó sus contribuciones. 

APORTES EVALUADOS

Consultada por sus millonarios aportes, la Presidencia aseguró que “evalúa solicitud por solicitud antes de apoyar económicamente a cualquier organización o ciudadano que lo requiera, y sobre la base de esa evaluación colabora o no con la solicitud”.

Además, afirmó que “en los casos de infraestructuras o proyectos de congregaciones religiosas u organizaciones de base comunitaria el Gobierno considera importante prestarles apoyo ya sea económico o de otra índole dadas las labores sociales que desarrollan, en la mayoría de los casos en complemento directo a las labores del Estado”.

“En casos como la Catedral Metropolitana, es claro que la inversión en su restauración reviste de importancia no solo por su valor como principal templo de la mayor congregación religiosa de Panamá sino también como un componente de la oferta histórica, turística y cultural del país”, dijeron.

Las declaraciones de Presidencia distan de la reacción de la primera dama cuando fue cuestionada por su último viaje a Cuba para encontrarse con el papa. “Al demonio no le gustó mucho que fuera a invitar a su Santidad a Panamá”, escribió en su cuenta de Twitter.

La antropóloga Ana Elena Porras considera que el Estado tiene la obligación de rescatar el patrimonio histórico del país, aunque considera que en el caso de la Catedral hubo un manejo inconstitucional, ya que fue traspasado a la Curia Metropolitana.

“Se traspasa a una institución que no se ha preocupado por buscar fondos para la restauración de la Catedral”, dijo Porras, quien enfatizó que todo lo colonial se debe rescatar independientemente si es o no religioso.

El historiador Ricardo Ríos Torres también reconoce que los monumentos patrimoniales deben ser restaurados por el Gobierno, aunque considera que Varela ha impuesto su religión para priorizar estas inversiones.

“El Gobierno tiene cerrado el Museo Antropológico Reina Torres de Araúz, el Teatro Nacional, los conjuntos municipales de Portobelo y San Lorenzo deteriorados. Y eso es inconcebible”, afirmó.

“Varela le da una valoración más de lo comedido a lo religioso. No me opongo a la restauración de la Catedral, pero tiene que actuarse con equidad y con justicia con el resto de los conjuntos monumentales”, dijo.

Instó al presidente a utilizar su partida discrecional en problemas más importantes para el país que en actividades religiosas y restauraciones de capillas.

Algo similar a lo que reclaman algunos sectores de la sociedad, que exigen que se discuta la implementación de una ley de educación sexual o del matrimonio igualitario.

Temas importantes en términos de los derechos civiles, pero ajenos en la agenda religiosa.

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