El Ministerio Público y los querellantes en el caso de los pinchazos sustentaron por escrito el recurso de anulación con concurrencia de causales de casación, contra el fallo del Tribunal de Juicio que declaró no culpable al expresidente Ricardo Martinelli de los delitos de peculado y espionaje político.
"Hacemos reproches básicamente de carácter probatorio, a esas pruebas que el Tribunal de Juicio no valoró, que obvió, cuando eran pruebas contundentes", dijo Carlos Herrera Delegado, representante de una de las partes querellantes.
El abogado dijo que se trata del primero de dos recursos que van a presentar.
En tanto, Ricaurte González, fiscal superior contra la Delincuencia Organizada, explicó que este recurso debe ser entregado al Tribunal Superior de Apelaciones y que esta instancia, luego de evaluar la situación que se le ha planteado, deberá remitir lo correspondiente a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
"Lo que sí es importante advertir es que lo más probable que haya algunos impedimentos por el tema del conocimiento previo que tienen algunos magistrados y esto una vez se resuelva entonces tendrá que, después de admitido, fijarse la fecha de la audiencia correspondiente”, dijo.
Entre los argumentos que destaca González del porqué presentan este recurso está el tema de la valoración que se le dio de supuesta “prueba trasladada” a los siete cuadernillos que formaban parte de las evidencias que se presentaron en este proceso. "También hablamos de la valoración que se le dio al testigo protegido, que no fue la apropiada", afirmó González.
Martinelli enfrentaba una condena de hasta 21 años de prisión por la presunta comisión de cuatro delitos: inviolabilidad del secreto y del derecho a la intimidad, y dos formas de peculado (de uso y de malversación). El pasado 9 de agosto, en su veredicto los jueces Roberto Tejeira, Raúl Vergara y Arlene Caballero, consideraron que respecto a los dos primeros delitos, no se acreditó la ausencia de autorización judicial para efectuar las interceptaciones. Dicho de otro modo, que no había pruebas de que estos espionajes fueran ilegales.