El exviceministro de Seguridad Pública Alejandro Garuz reconoció su firma y la del extitular de esa cartera José Raúl Mulino en los certificados de aceptación de las distintas etapas de la instalación de los radares comprados a la italiana Selex –filial de Finmeccanica– por $125 millones.
Garuz hizo ese reconocimiento al rendir declaración indagatoria el 21 de octubre pasado ante la fiscal tercera anticorrupción, Zuleyka Moore, quien le formuló cargos a él y a Mulino por la supuesta comisión del delito de peculado por presuntas irregularidades en el contrato firmado en 2010 entre el Estado y Selex.
Informes del Ministerio de Seguridad Pública proporcionados a la fiscalía dan cuenta de que los radares no detectan las lanchas que utilizan los narcotraficantes a 20 millas náuticas (37 kilómetros) de la costa, como señala el contrato con Selex.
Luego de que la fiscal le mostrara una serie de documentos relacionados con la investigación, Garuz respondió: “la firma que aparece corresponde a mi firma, excepto la de la 728 [número de foja], que es la del ministro José Raúl Mulino y son documentos que incluyen distintos tipos de certificados de aceptación de las distintas etapas de las instalaciones de los radares que fueron entregados”.
El también ex secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional –quien está detenido desde enero pasado por el caso de los pinchazos– precisó que firmaba los documentos de las etapas de instalación de los radares luego de que los técnicos del Ministerio de Seguridad Pública “nos indicaban” que todo estaba correcto.
En ese sentido, el exviceministro amplió interrogantes sobre el equipo que era responsable de verificar que los radares cumplieran con las especificaciones del contrato.
Mencionó los nombres de Mario Bonilla, Irving Solórzano, Carlos Navarro y Graciela Arosemena, algunos de estos eran subalternos de él y de Mulino en el Ministerio de Seguridad Pública y otros miembros del Servicio de Protección Institucional (SPI).
Precisó que Arosemena es ingeniera especialista en temas marítimos y era la encargada de ver las comunicaciones e instalaciones de la fibra óptica. También tenía la tarea de conocer cómo se manejaban los equipos.
De Solórzano indicó que es ingeniero en sistemas, quien tenía que aprender el funcionamiento de los radares. Sobre Carlos Navarro, precisó que es un funcionario del SPI, encargado de las comunicaciones.
De Mario Bonilla, señaló que lo llevó a trabajar, porque trabajó con él cuando dirigió la Dirección de Protección Institucional como jefe de Comunicaciones.
Declaró que otros ocho miembros del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), ingenieros en sistemas, eran los encargados de entrenar a los funcionarios en el manejo de los radares.
Al preguntársele por qué no se escogió un experto en radares que los asesorara en la toma de decisiones, Garuz respondió que eso le iba a tomar un par de años, porque Selex tenía un plazo establecido para asesorar en el manejo de los equipos.
Detalló que Bonilla y Solórzano aprendieron a utilizar el sistema, aunque ellos formaban parte de los diversos componentes de la fuerza pública y las decisiones eran tomadas de un grupo integrado por la Autoridad Nacional de Aduanas, Servicio Nacional de Migración, Ministerio de Seguridad Pública, Servicio Nacional de Fronteras y el SPI.
