Guillermo Márquez Amado: 'la justicia la tenemos convertida en una ramera ante los ojos del pueblo'



El quinto candidato en ser entrevistado por la  Comisión de Estado por la Justicia para uno de los dos puestos de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) fue el exmagistrado del Tribunal Electoral (TE), Guillermo Márquez Amado, de 66 años.

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El intercambio con los miembros de la comisión comenzó a las 8:15 a.m. y se extendió hasta las 10:15 a.m.

Durante su presentación, Márquez Amado señaló que aspira al cargo porque considera que la justicia en el país luce "vestidos raídos y está inconclusa", realizando un paralelismo histórico entre la imagen actual de la Corte Suprema de Justicia, con una deteriorada que tenía el TE en 1990, tras la invasión del ejército de Estados Unidos a Panamá para derrocar al dictador Manuel Antonio Noriega.

Narró que cuando fue seleccionado como magistrado del Tribunal Electoral en 1990, esta institución tenía la peor imagen en el país. Sin embargo, dijo que cuando salió del cargo en 1996, la misma era la mejor evaluada solo por debajo de la Iglesia y los medios de comunicación. Por eso, indicó que buscará hacer lo propio con la CSJ de ser seleccionado para el cargo.

"No me va a faltar energía para mejorar la Corte. Hay que sacudir la buena fe de quienes trabajan ahí. La justicia la tenemos convertida en una ramera a los ojos del pueblo. Eso no es edificante. Hay mucho por hacer para sanear el sistema de Justicia. Las reformas que requiere el sistema están consignadas en el Pacto de Estado por la Justicia", reclamó.

Si el Presidente de la República lo llamara, atendería al teléfono porque no "hay armónica colaboración entre los poderes del estado sino se conversa". Sin embargo advirtió que no "actúa por órdenes de nadie. Ni siquiera en dictadura".

Contó que tuvo como compañero y amigo de la universidad Javeriana de Bogotá al líder guerrillero del M19 colombiano, Carlos Pizarro, quien falleció en 1990. "Él concebía que había que levantarse en armas y poner en jaque al estado. Yo le decía que el costo en sangre sería muy alto", rememoró.

Márquez Amado indicó que en la actualidad no tiene "absoluta relación" con nadie del Gabinete, de la Corte Suprema, la Contraloría o de la Asamblea Nacional.

Defendió la implementación del Sistema Penal Acusatorio, al considerarlo conveniente para la sociedad panameña. 

En su presentación indicó que su experiencia es en el ramo civil y comercial, teniendo también practica en el área administrativa.

Recordó que hay un exceso de personas encarceladas. "Hay fiscales que mandan a la gente a la cárcel por cualquier tontería".

 A su juicio, la falta de supervisión empeora la mora judicial. Paralelamente instó a subir los salarios de los funcionarios del Órgano Judicial.

"No tengo ningún reparo en que dos personas maduras del mismo sexo vivan juntas pero si tengo reparo a que un niño crezca con ellos", justificó al hablar sobre matrimonios homosexuales y adopción de parejas gais.

En referencia al aborto, dijo que es "negar la oportunidad de un ser humano a vivir. Todo niño debe tener esa oportunidad desde que es concebido", por lo que se declaró aprensivo de legalizar este proceso sanitario.

Dijo que el mayor reto de la justicia es hacer que la Corte promueva la justicia. "[De lo contrario] eso lleva a las reacciones de la ciudadanía a buscar mecanismos alternos no formales como la venganza".

Reconoció que en su vida personal le mintió "hace muchos años" a su familia y en dos ocasiones diferentes durante su intervención les pidió perdón públicamente, señalando que esta sería su única falta a la ética.

"Estoy convencido de que puedo servirle al país. No vine a competir ni con hombres ni mujeres. Si mis servicios pueden serle útiles a mi patria, ahí están. [yo creo que] le puedo ser útil", indicó.

 

Hoja de vida de Guillermo Márquez Amado

Doctor en Ciencias Jurídicas, con especialidad en Derecho Comercial, fue asesor jurídico de la antigua Autoridad Portuaria Nacional de Panamá, asesor legal de la Autoridad del Canal de Panamá y de la Dirección General de Consular y de Naves, director de la Marina Mercante de Panamá y magistrado del Tribunal Electoral de Panamá (1990-1996), y miembro fundador de la firma Márquez Abogados.

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