Un juez de garantías validó este martes 2 de octubre la captación de pruebas de dos teléfonos celulares en la investigación por el homicidio de Eduardo Calderón, quien fue encontrado sin vida en las instalaciones del hotel El Panamá, el pasado 7 de julio.
En este hecho se menciona al sacerdorte David Cosca, quien fue separado del cargo de párroco de la iglesia Divina Misericordia, en Paitilla.
Uno de estos dispositivos celulares inspeccionados fue el Valentín Calderón –quien fue la persona que supuestamente encontró a la víctima gravemente herida en los pasillos del hotel y lo comunicó a la recepción– al que se han extraído 16 conversaciones, 244 páginas de capturas de imágenes, además de verificación en las diferentes redes sociales instaladas en el teléfono.
En el acto de audiencia de este martes, Sarai Blaisdell, defensa de Calderón, objetó la solicitud de la fiscalía, pero esta le fue negada.
El otro dispositivo inspeccionado por peritos de informática del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses fue el de Luis Carlos Rivera, testigo en el caso y quien tiene un grado de acercamiento con Hidadi Santos Saavedra, imputado por el homicidio y único detenido de forma provisional.
Del celular de Rivera recabaron información de 151 contactos, al menos 500 registros de llamadas y siete captura de pantallas.
Cabe destacar que en la audiencia se informó al juez de garantías que Rivera, junto a su abogado, comparecieron a la fiscalía y entregaron voluntariamente el teléfono para que fuera inspeccionado.
Juez de Garantías de Panamá legaliza incautación de datos de dos equipos telefónicos, que forman parte de la causa, por el hecho ocurrido el pasado 7 de julio, en un hotel de la localidad.#OJInforma pic.twitter.com/O4DgBus1T2
ANTECEDENTES
Los hechos ocurrieron el pasado 6 julio, luego de que Eduardo Calderón y otras dos personas –Hidadi Saavedra y Marlena Rodríguez– ingresaron en la habitación 47 del hotel El Panamá, tras haber estado en el casino de dicho hotel.
Rodríguez declaró a las autoridades que abandonó la habitación poco después de la medianoche, dejando en esta a Saavedra y a Eduardo Calderón. Luego, aproximadamente a las 2:30 a.m. del día siguiente, Valentín Calderón habría hallado a la víctima en el pasillo del hotel sobre un charco de sangre. Paramédicos del 911 lo llevaron al hospital Santo Tomás, donde falleció el 7 de julio.
