El expresidente de la República Ricardo Martinelli ha otorgado una serie de poderes amplios y generales a su esposa, Marta Linares de Martinelli, y a su hermano, Mario Enrique Martinelli Berrocal, que, a juicio de abogados consultados por La Prensa, solo se concede en casos extremos, como enfermedad grave o prolongadas ausencias.
Martinelli, quien salió para Guatemala ayer, miércoles, para participar en una reunión del Parlamento Centroamericano (Parlacen), aún no ha regresado a Panamá, aunque ha anunció una visita a Estados Unidos y Europa, en una gira para informar sobre lo que el describe como abusos en su contra del gobierno del presidente Juan Carlos Varela, y su situación jurídica en Panamá.
Al igual que el expresidente, se encuentra fuera del país –y no va a regresar por ahora- su exsecretario privado Adolfo "Chichi" De Obarrio, a quien esta semana se le han imputado cargos por posible corrupción, peculado y fraude en contrataciones públicas.
En el caso de su esposa, se trata de un poder general de administración, preparado el pasado 15 de enero, en el que el expresidente Martinelli autoriza a Marta Linares de Martinelli a actuar en su nombre en una multiplicidad de actos jurídicos, comerciales y civiles.
Entre ellos, el poder faculta a Linares de Martinelli a actuar “en todos los asuntos de cualquier clase ante cualesquiera autoridades o personas o en cualquier parte del mundo en los que pueda tener intereses y para llevar a cabo todos los actos y ejecutar todos los documentos o instrumentos de cualquier clase y carácter en mi representación, incluyendo sin que se limite la generalidad de lo anterior para dirigir y firmar cualquier clase de solicitud ante cualquier funcionario público o autoridad”.
Igualmente el poder autoriza a la esposa del ex gobernante a “comparecer ante cualesquiera asuntos jurídicos, controvertibles o no, ya sea a mi favor o en contra, que pueda surgir ante cualquier tribunal o autoridad judicial, administrativo o ejecutivo para que venda, compre, hipoteque o grave en cualquier forma y para que enajene, ceda, endose y transfiera por cualquier título todos y cualquiera de los bienes que me pertenecen, ya sean muebles o inmuebles, incluyendo acciones, créditos y participaciones, autorizándolos para convenir condiciones, plazos y términos para recibir el precio de la venta o el valor de los gravámenes que impongan o enajenaciones que hagan, y para que firmen las escrituras públicas o documentos privados que fueran necesarios.
El poder, además, permite a la esposa de Martinelli a “hacer inversiones en valores bursátiles y negociaciones de todos los efectos de compra y venta de divisas extranjeras; para comprar y vender acciones, prendar las mismas, pactar el precio y condiciones de pago, así como otorgar cancelaciones sin reservas ni limitación alguna para que en mi nombre celebre con los bancos e instituciones de crédito de cualesquiera países contratos corrientes o de crédito, deposite en ellos dinero y lo retiren y ejecute toda clase de operaciones bancarias con facultad para firmar cheques, endosar documentos negociables y evidencias de obligación y cualquier otro documento necesario para llevar a cabo mi representación”.
El poder añade que Marta Linares de Martinelli también podrá “sustituir total o parcialmente el presente poder y para nombrar de tiempo en tiempo un sustituto o sustitutos que ejecuten todos o cualquier parte de los poderes, deberes y obligaciones que han especificado así como para revocarlos y reasumir el presente poder cuando lo estimen conveniente”.
Además, añade el documento, “en su momento puede sustituir, reasumir y allanar el presente poder. Todas la facultades aquí expresadas y las que de ellas se deriven podrán ser ejercidas sin limitación alguna”.
El exmandatario también le otorgó un “poder general para pleitos” a favor de su esposa a fin de que lo represente ante las autoridades de instrucción judiciales, administrativas, penales, marítimas y civiles de la república de Panamá.
El poder tiene también como fin que su esposa, en su nombre, “promuevan las acciones penales, administrativas, marítimas y civiles que se consideren necesarias y convenientes contra las personas naturales o jurídicas que hayan actuado de tal manera que le hayan causado un perjuicio al poderdante”.
Marta Linares de Martinelli también, en su nombre y representación podrá “emprender las acciones civiles, marítimas y judiciales, con medidas cautelares, de aseguramiento de pruebas, recursos, incidentes, solicitudes, excepciones u otras que considere conveniente, con las más amplias facultades".
El tercer poder “general para pleitos” - también tramitado ante el Notario Público Décimo del Circuito de Panamá, lo concedió Martinelli a su hermano Mario Enrique Martinelli Berrocal, “para que lo represente ante la autoridades de instrucción judiciales, administrativas, penales, marítimas y civiles de la República de Panamá”.
Con este poder, el exmandatario autoriza a su hermano para que se promuevan las acciones penales, administrativas, marítimas y civiles que se consideren necesarias y convenientes contra las personas naturales o jurídicas que le causen perjuicio, y para que en representación del poderdante se emprendan acciones civiles, marítimas y judiciales, etcétera.
