La defensa legal de Valter Lavitola, representada por el abogado Sergio Cola, se opuso a que Panamá se constituya como parte civil en el proceso sobre el presunto desvío de 20 millones de dólares en la frustrada construcción de cuatro cárceles modulares en varias localidades del país por parte del consorcio italiano Svemark.
La legislación italiana establece que el sujeto perjudicado por un delito –en este caso, el Gobierno de Panamá- pueda comparecer en el proceso penal como parte civil y presentar así demanda de indemnización por daños o de restitución de bienes. El tribunal de las investigaciones preliminares de Nápoles decidirá el próximo 12 de abril si acepta las excepciones presentadas por el equipo legal del imputado en la audiencia preliminar del juicio o si -por el contrario- valida a Panamá como sujeto activo del proceso.
Además de Lavitola, acusado por la fiscalía de ser el “director” de las operaciones corruptivas entre los sujetos privados y el Gobierno de Panamá, la lista de imputados se completa con el empresario Angelo Capriotti. Los otros dos procesados -Paolo Passalacqua y Claudio Fagiano- serán juzgados en otro momento, ante la imposibilidad de las autoridades italianas de localizarlos. Passalacqua es el representante legal de Precetti Spa., empresa suministradora de componentes de las cabinas navales de barcos, que formaba parte del consorcio Svemark; Fagiano era agente en Panamá del consorcio Svemark.
El fiscal jefe del tribunal de Nápoles, Vincenzo Piscitelli, y su adjunto, Henry John Woodcock, concluyeron hace casi tres años la fase de instrucción sobre este caso de corrupción internacional que salpica directamente al expresidente Ricardo Martinelli y otros funcionarios panameños, pero la lenta burocracia judicial en el país transalpino ha retrasado el envío a juicio. La parte pasiva de la corrupción (los receptores de las coimas) no podrán ser juzgados en Italia por las reglas de la competencia territorial.
Tras salir de la cárcel, Lavitola abrió una pescadería en el céntrico barrio de Roma Monteverde, en lo alto de una de las siete colinas de la capital italiana. Pero le duró poco ya que una explosión de gas causó daños irreparables al edificio. A pesar de llevar en el radar policial desde abril de 2012, el exdirector de L'Avanti nunca ha colaborado con la justicia y todavía hoy hay muchos interrogantes abiertos.
Este es el cuarto proceso abierto en Italia relacionado con Panamá. En total, Lavitola ha sido condenado a 3 años y 11 meses de cárcel por el intento de desvío de hasta 22 millones de dólares en coimas de la construcción frustrada del hospital pediátrico de Veraguas y por extorsión internacional a la constructora Impregilo.
El caso Finmeccanica, que se ocupaba del intento de desvío de unos 25 millones de dólares en coimas destinadas al entorno del expresidente Martinelli, según las diligencias judiciales, quedó impune por haber prescrito tras más de tres años de juicio oral. El conglomerado aeroespacial y de defensa italiano se vio obligado a cambiar de nombre tras el escándalo de corrupción internacional en Panamá.