A pesar de implementación del SPA, la cifra de privados de libertad aumenta

A pesar de implementación del SPA, la cifra de privados de libertad aumenta
La Policia Nacional realiza constantes opertivos en las cárceles La Nueva Joya, La Joya y la Joyita en el que se aglutina la mayor parte de la población pentienciaria. A nivel nacional existen 22,744 privados de libertad.


A pesar de la implementación gradual del Sistema Penal Acusatorio (SPA) a partir del año 2011, con el que se buscaba acelerar el tiempo de los procesos penales, promover métodos alternos de resolución de conflictos y limitar el número de personas detenidas preventivamente, las cifras de la Dirección del Sistema Penitenciario revelan que la población penitencia ha crecido y, hasta junio pasado, había en el país 22,744 privados de libertad.

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En 2020, habían 17,967 personas en las cárceles panameñas; en tres años la cifra subió en 4,777 personas. El incremento de la población penitenciaria conlleva otro problema: el hacinamiento.

La sobrepoblación actual es de 8,153 privados de libertad.

Las cárceles con mayor hacinamiento son La Joya y La Joyita.

El 65% de internos está condenado y 35% restante espera que concluya su proceso bajo medida de detención provisional.

El exfiscal Rolando Rodríguez opinó que la sobrepoblación de las cárceles refleja la ausencia de estructuras de gestión adecuadas para lograr la resocialización de los privados de libertad.

Explicó que con el advenimiento del SPA se pensó que se lograría un descenso en el número de encarcelados, pero la realidad ha sido otra. Él piensa que la sociedad panameña no estaba preparada para un sistema que promueve la solución alterna de los conflictos y que, por el contrario, exige que quien delinque esté tras las rejas.

Recalcó que la sensación de abandono produce en el detenido un resentimiento social, generado por las violaciones de sus derechos humanos dentro de las prisiones.

Por su parte, el criminólogo Julio Alonso recalcó que a pesar de la demolición de la cárcel Modelo, en 1996, y la inauguración de La Nueva Joya, en 2014, el hacinamiento en las cárceles ha crecido hasta alcanzar las cifras de hoy.

Aseguró que nunca ha existido un proceso de clasificación de los internos y que en la misma celda se coloca a reos procesados por delitos graves con internos sindicados por delitos menores.

Alonso plantea que esta es la combinación perfecta para el surgimiento de grupos delincuenciales que operan en diversas áreas de la sociedad y que son el reflejo de lo que vemos en las calles. Entonces, dice, la solución no sería la construcción de cárceles con mayor capacidad, sino aplicar programas de reinserción para darle oportunidad al infractor de alejarse de la vida delictiva.

Cifras del Sistema Penitenciario detallan que La Nueva Joya (la más grande del país) está llena, pero por lo menos no hay hacinamiento: ahí caben 5,504 internos y ahora hay 5,501.

Mientras que las cárceles de La Joya, con una población de 3,863 y una sobrepoblación de 1,568 detenidos, y La Joyita, con 4,532 reos y una sobrepoblación de 2,837 detenidos, presentan una situación grave de hacinamiento.

Rodríguez y Alonso coinciden en que mientras no exista una política penitenciaria definida y la detención preventiva sea la medida cautelar más utilizada en el sistema, las cifras de hacinamiento en las cárceles seguirán aumentando.


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