Ahora Senafront y Senan enfrentan a las pandillas

Ahora Senafront y Senan enfrentan a las  pandillas
En San Miguelito los homicidios usualmente se cometen en veredas y zaguanes en los que los sicarios se ocultan para atacar a su víctima.


La escalada de violencia que se se vive en San Miguelito en los últimos días obligó a las autoridades a recurrir a una nueva estrategia: reforzar la seguridad con personal del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), que desde el pasado fin de semana patrullan las calles en conjunto con la Policía Nacional.

De acuerdo con reportes del Ministerio de Seguridad Pública, en ese distrito, ubicado en el área metropolitana del país, operan al menos 24 pandillas y algunas de ellas se disputan el control del territorio para la venta de droga.

De hecho, según las propias autoridades, 18 de los 52 crímenes ocurridos en el país en lo que va de 2023 se han cometido en ese distrito, ubicado a 9 kilómetros de calle 50, en el área bancaria de la ciudad de Panamá.

“Lo que está pasando en San Miguelito se debe a tumbes de droga que han despertado viejas rencillas y promueven peleas por el control del territorio entre grupos delincuenciales, que son responsables del 80% de los homicidios registrados”, reconoció el ministro de Seguridad Pública Juan Pino.

La encrucijada de San Miguelito

Rosa Mercado (la fuente pidió reserva de su nombre real, por seguridad) vive desde hace 50 años en Veranillo, una comunidad del corregimiento Belisario Porras, del distrito de San Miguelito. A pesar de que es conocida en el barrio, probablemente por ser una de sus primeras habitantes, no se siente con la libertad de transitar libremente en la zona. Cada día se encierra a las 7:00 p.m. por temor a las balaceras, robos y riñas que abundan en el sector. Ella ha visto de todo: un vecino que mató a otro como ritual para ingresar a una pandilla, peleas a tiros por un estacionamiento y robos. Muchos robos.

El 2022 cerró con 502 asesinatos en el distrito, de acuerdo con estadísticas del Ministerio Público. En lo que va de 2023, según las autoridades de Seguridad Pública, aquí se han cometido 18 de los 52 homicidios reportados en el país hasta ahora. Algunos de ellos con saña: mutilaciones, decapitaciones... Estas escenas encendieron las alarmas, hasta el punto que los responsables de los organismos de seguridad aseguran que San Miguelito es una de las áreas más violentas del país.

Refuerzo

Las banderas rojas obligaron a las autoridades a tomar una medida drástica y poco usual: introducir en las calles de San Miguelito a agentes del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y el Servicio Nacional Aeronaval (Senan), quienes desde el pasado fin de semana actúan en conjunto con la Policía Nacional, a la caza del crimen en el área.

El propio ministro de Seguridad, Juan Pino, dio la voz de alarma al señalar que los crímenes perpetrados en San Miguelito obedecen a la disputa territorial de pandillas rivales por el control de la venta de drogas. Aseguró que los hechos están “directamente vinculados con la venta y tumbe de drogas entre bandas rivales”. Por eso, el fin de semana, los habitantes del distrito miraban extrañados cómo personal del Senafront y el Senan, que usualmente opera en las fronteras de Panamá, se tomaba las calles: los agentes ingresaron a casas, requisaron transeúntes y apresaban a otros. Desde el fin de semana, 300 miembros de la Policía, el Senan y el Senafront patrullaban las zonas más críticas del distrito. Los agentes permanecerán en el distrito hasta nueva orden.

“Lo que está pasando en San Miguelito se debe a tumbes de drogas que han despertado viejas rencillas y promueven peleas por el control del territorio entre grupos delincuenciales, que son responsables del 80% de los homicidios registrados”, aseguró el ministro.

Las pandillas

Según cifras del Ministerio de Seguridad, en los 53 kilómetros del distrito operan al menos 24 pandillas, algunas con mayor visibilidad que otras.

Los reportes señalan que el grupo llamado Calor Calor, que a mediados de enero pasado se atribuyó un macabro homicidio en La Providencia, corregimiento de Belisario Porras, y que usualmente tiene su centro de operaciones en El Chorrillo, es una organización que mantiene una activa presencia en varios barrios de la zona. Entre matorrales de La Providencia, fue hallada una cabeza humana. A este grupo también se le atribuye otro crimen con similares características ocurrido a finales de enero. En los Andes No. 2 se ubicó el cuerpo de un joven semienterrado y cuyo rostro había sido desfigurado.

Otra pandilla que trabaja en el distrito, específicamente en Santa Librada, es llamada Los Chacales del Nuevo Detroit. Esta organización, de acuerdo con las autoridades, es responsable de la venta de drogas, sicariato y extorsiones. Algunos de sus miembros están acusados de haber cometido el asesinado de la dirigente del Partido Revolucionario Democrático, Wendy Rodríguez, el 27 de agosto del 2020. De acuerdo con los organismos de inteligencia del país, Calor Calor y Los Chacales del Nuevo Detroit tienen disputas territoriales que se traducen en balaceras y crímenes.

El 16 de junio del 2022, la policía detuvo a seis personas vinculadas a las pandillas Por qué Miedo (PQM) y La Tropical, vinculados a homicidios en San Miguelito y Calidonia. Algunos de los detenidos tienen antecedentes de robo y homicidio. Las autoridades también están tras la pista de los integrantes del grupo Muerte al Traidor (MAT), que opera en Belisario Frías, al que se responsabiliza de robos, asaltos y homicidios. También están en la mira integrantes de Los Batros Locos, Los Millonarios de Samaria, Los Gangster y Los Dinamita, entre otros.

La tesis del ministro Pino es reforzada por John Dornheim, director de la Policía Nacional, quien explicó que durante los dos primeros meses del 2023 se ha duplicado el decomiso de drogas y las detenciones en flagrancia con respecto al mismo período de 2022.

El exministro de Seguridad, Rodolfo Aguilera, cree que las pandillas han crecido “de manera exponencial” en los últimos años. Relató que cuando fungió como director de la Policía Técnica Judicial, hoy Dirección de Investigación Judicial, en todo el país operaban de cinco a seis pandillas, que se dedicaban a la comisión de pequeños robos y hurtos. Sin embargo, añadió, estos grupos ahora son “estructuras muy organizadas dedicadas básicamente al trasiego de droga proveniente de los carteles colombianos”.

Reconoció que este es un fenómeno que requiere de mucha atención y de acciones preventivas, sobre todo en aquellos jóvenes en riesgo social que abandonan la escuela y que son reclutados por las pandillas.



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