Una nueva imputación de corrupción contra el expresidente de Constructora Norberto Odebrecht, S.A., Marcelo Odebrecht, hicieron este jueves fiscales de Brasil, entre ellos, Deltan Martinazzo Dallagnol.
Junto a Marcelo Odebecht , también fue acusado Joao Santana, estratega político de la fallida campaña electoral de José Domingo Arias (Cambio Democrático) y de la actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
La nueva imputación contra el hoy expresidente de Odebrecht se produce cuando la Asamblea Nacional de Panamá se negó ayer a incluir una modificación a la Ley de Contrataciones Públicas que hubiese impedido que empresas condenadas por corrupción en Panamá o en el extranjero –como Odebrecht, precisamente- pudieran seguir participando en actos públicos para adjudicarse obras del Estado panameño.
No obstante, Marcelo Odebrecht ha pactado con los fiscales brasileños una “delación premiada”, que consiste en cooperar incondicionalmente con los fiscales a cambio de una reducción de la condena que pesa contra él, así como otros ejecutivos condenados con él que también se acogieron al mismo programa.
Los fiscales, como ya se ha informado, tienen actualmente como prioridad al expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva y luego seguirían las operaciones ilegales que habría llevado a cabo Odebrecht en el extranjero, en el que Panamá habría tenido un papel clave, de acuerdo con las investigaciones.
Junto a Marcelo Odebrecht y Santana han sido acusadas otras 15 personas, algunas de ellas vinculadas a cuentas bancarias en Panamá de la sociedad local Constructora Internacional del Sur, S.A., que recibió al menos 47 millones de dólares, dinero sucio de empresas controladas por Odebrecht.
Entre los acusados están, por ejemplo, Fernando Migliaccio Da Silva, detenido en Suiza desde el pasado 18 de febrero. Se trata de un ejecutivo del Grupo Odebrecht que tiene orden de captura, vinculado a la operación Lava Jato.
Su arresto no tendría mayor trascendencia para Panamá si no fuera porque él está detrás de multimillonarias cuentas bancarias que el holding brasileño mantenía en Panamá y que él controlaba, según los fiscales brasileños en Credicorp Bank, donde fueron a dar al menos unos 40 millones de dólares de sociedades bajo el control de Obebrecht.
También fue acusado ayer el brasileño Olivio Rodrigues, socio y responsable de una empresa denominada Payscout Assessoria Comercial, Ltda., de la que también es socio otro de los acusados ayer: el exdirector de Odebrecht Luiz Eduardo da Rocha Soares. Rodrigues visitaba con frecuencia la ciudad de Panamá, ya que controlaba cuentas en Multibank abiertas a nombre de Constructora Internacional del Sur, donde entraron más de 9 millones de dólares.
Pese a que la cuenta recibía cuantiosos fondos de otras sociedades controladas por Odebrecht –como Smith & Nash Engineering– Rodrigues declaró que él no solo era el firmante de la cuenta, sino que, además, el beneficiario final. Esta cuenta, después de mantenerla operativa durante unos dos años –y con decenas de movimientos transaccionales casi todo al extranjero–, fue cerrada en agosto de 2009, mes en el que se disolvió la sociedad en el Registro Público.
Las cuentas en Credicorp Bank se mantuvieron activas hasta 2014, pero el paradero del dinero se desconoce, aunque la Unidad de Análisis Financiero (UAF) sabría el destino final del dinero, ya que este banco habría enviado el año pasado un reporte de operaciones sospechosas, con el detalle de todas las transacciones.
Esta información –solicitada por Brasil- no ha sido entregada totalmente por las autoridades panameñas.
A Santana, quien fue arrestado en febrero pasado, se le acusa de recibir sobornos de Odebrecht en una trama para desviar fondos de la compañía petrolera controlada por el Estado, Petrobras, dijo el fiscal Deltan Dallagnol en conferencia de prensa.
La investigación sobre Santana, conocido como “el fabricante de presidentes” en América Latina, ha aumentado los pedidos para que Rousseff abandone el cargo, pese a que un intento actual de someterla a un juicio político no está relacionado con el caso.
Santana, de 63 años, también asesoró al expresidente Lula Da Silva y al fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez. El periodista y estratega político es conocido por producir videos dramáticos y de alto presupuesto en las campañas para apelar a los votantes pobres.