Condenan a Decameron a pagar $2.6 millones de indemnización por ataque sexual a dos jóvenes canadienses

Condenan a Decameron a pagar $2.6 millones de indemnización por ataque sexual a dos jóvenes canadienses
El Juzgado Quinto Penal ordenó al Hotel Decamerón pagar una indemnización de $2.6 millones a dos jóvenes canadienses. Archivo


Un juzgado civil condenó a la empresa Hoteles Decameron al pago de una indemnización de $2.6 millones por concepto de daño moral a las jóvenes Alyssa Jaime Wingrove y Carley Emma Gail Beers, luego de que, en 2018, ambas fueran violadas por un agente de seguridad de esa cadena hotelera.

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El Juzgado Quinto Civil de Panamá, bajo la dirección de la juez Maritza Dixon de Coteau, sancionó a la empresa hotelera al considerar que esta debía velar por la seguridad integral de las demandantes, es decir, procurando que no sufrieran ningún daño, especialmente afectaciones emocionales, como en el caso de Alyssa Wingrove, quien experimentó deseos suicidas.

El fallo, fechado el 30 de diciembre de 2024, fue emitido tras una demanda presentada por las jóvenes tras ser abusadas sexualmente en marzo de 2018, cuando se encontraban de vacaciones en dicho hotel.

El fallo establece que cada una de las jóvenes deberá recibir una indemnización de un millón de dólares por daño moral. Además, en concepto de daño material, el hotel deberá pagar a Alyssa Wingrove la suma de $327,709 y a Carley Emma Gail Beers la suma de $316,609.

El juzgado también estimó que las demandantes incurrieron en una serie de gastos como resultado del daño sufrido y que el acto cometido en su contra sigue teniendo efectos latentes que no pueden ser ignorados. Ambas jóvenes padecen trastornos depresivos, episodios de pánico y otros problemas emocionales.

La decisión se sustentó en el artículo 1645 del Código Civil, que establece que los dueños o directores de un establecimiento o empresa son responsables solidarios por los perjuicios causados por sus dependientes en el ejercicio de sus funciones.

Los hechos

Un viaje de vacaciones se convirtió en una verdadera pesadilla para las jóvenes canadienses Alyssa y Carley, quienes en 2018 compraron un paquete para vacacionar en las paradisíacas playas de Farallón. A su llegada a Panamá, ambas, acompañadas por Mara Wingrove y Esteba Wingrove, padres de Alyssa, fueron trasladadas al Hotel Decameron para pasar unos días de playa y sol.

Sin embargo, la noche del 5 de marzo de 2018, la tragedia se desencadenó. En esa ocasión, Alyssa y Carley intentaban llegar a la discoteca del hotel, pero se encontraban bajo los efectos del alcohol. Solicitaron ayuda a uno de los agentes de seguridad del hotel, quien vestía pantalón oscuro y una camisa blanca con el logo del hotel. Se trataba de Humberto Concepción, uno de los guardias encargados de la vigilancia en el sector de playa.

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Pero Concepción no condujo a las jóvenes a la discoteca del hotel, sino que las llevó a un lugar apartado y oscuro, donde las cámaras del hotel no tenían cobertura. Aprovechándose de estas circunstancias, Concepción abusó sexualmente de ambas jóvenes, quienes, tras la agresión, recogieron sus pertenencias y corrieron a sus habitaciones.

Según el testimonio de las víctimas, Concepción no actuó solo, ya que ambas señalaron que otro guardia de seguridad, Jesús Bethancourt, también abusó de ellas.

Las jóvenes regresaron a la habitación 3026 y explicaron lo sucedido a los esposos Wingrove, quienes acudieron al lobby del hotel para denunciar los hechos. La denuncia fue presentada en la Personería de la Policía de Antón, quienes realizaron las primeras diligencias en el hotel.

El proceso penal

Ahora, ambas víctimas se enfrentarían a un proceso penal largo y tortuoso, a pesar de que se desarrollaba bajo el Sistema Penal Acusatorio, que, según las autoridades, es más rápido debido a su base en la oralidad.

A las víctimas se les practicaron exámenes por parte del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imelcf), que certificaron que ambas habían sido violadas.

Como resultado de estos exámenes, y de varias pruebas psicológicas y psiquiátricas realizadas en Canadá, que demostraron el estado de salud mental de las jóvenes después del ataque, decidieron interponer querellas penales contra ambos empleados de seguridad.

La investigación penal estuvo a cargo de los fiscales Jhoany De León y Leonidas Antonio Gómez, quienes tomaron declaraciones a las víctimas, a los empleados encargados de la seguridad del hotel y a los policías que acudieron a la escena.

La investigación implicó que las jóvenes y sus familiares realizaran varios viajes a Panamá para cumplir con las audiencias y trámites legales derivados de la investigación.

En sus primeras declaraciones, el guardia Humberto Concepción alegó que las relaciones con las víctimas fueron consentidas, mientras que Jesús Bethancourt afirmó que no tuvo ninguna relación con ellas.

Sin embargo, las pruebas de ADN realizadas por el Imelcf revelaron que Concepción sí tuvo acceso carnal con las víctimas.

A ambos se les imputaron cargos por el delito de violación y se les aplicó la medida cautelar de notificación periódica e impedimento de salida del país, medida que fue apelada por la fiscalía, pero confirmada por el Tribunal Superior de Apelaciones.

El juicio a los imputados se celebró los días 15, 16, 17, 18, 23, 24 y 27 de agosto de 2022, tras múltiples suspensiones y acciones que dilataron el proceso.

Las evidencias llevaron a los jueces a dictar una sentencia condenatoria contra Humberto Concepción, imponiéndole una pena de cinco años de prisión por cada víctima. En el caso de Jesús Bethancourt, el tribunal lo absolvió, ya que no se recuperaron evidencias de ADN que lo vincularan con las dos violaciones.


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