El presidente de la República, Laurentino Cortizo, manifestó este jueves 9 de enero que se siente “conforme” con el informe “administrativo” que se le entregó con relación a la masacre ocurrida en la cárcel La Joyita, hecho ocurrido el pasado 17 de diciembre, que dejó 13 muertos y 14 heridos.
“Sí, me siento conforme, es un informe administrativo. La otra investigación de lo que en efecto sucedió sobre los incidentes lo maneja el Ministerio Público”, afirmó Cortizo.
En dicho informe, funcionarios de altos rangos de los ministerios de Seguridad Pública y de Gobierno fueron liberados de responsabilidades administrativas y procesos por la masacre de dicha cárcel.
No obstante, se destituyó a la directora encargada de la cárcel, Alexandra Vence. Además, se le iniciará proceso administrativo al custodio Javier Carter, jefe de seguridad interna del penal; a Ismael Arguelles, quien era el jefe de seguridad externa del centro penal; y a José Vidal Franco Calderón, jefe penitenciario.
Además, no se le aplicarán procesos a Walter Hernández, director del Sistema Penitenciario; y al subdirector Luis Gordón, a quienes se les había separado de sus cargos. Tampoco habrá proceso para los comisionados José Melamed, Alberto Correa, y el cabo primero Roberto Pinto.
Sobre la situación actual de las cárceles, Cortizo dijo que se tiene que comenzar un trabajo “de afuera hacia adentro”.
Por ejemplo, “no podemos tener un centro penitenciario con las cercas que tenemos ahora mismo... hay lugares donde no hay cerca”.
También habló de la necesidad de hacer nuevos centros penales en Colón y Darién, para desahogar a la gran cantidad de privados de libertad que están en La Joya y La Joyita.
“Hay una serie de inversiones que no se resuelven en un mes o un año. Las cosas hay que hacerlas y hacerlas bien”, planteó.
Al momento de rendir el informe, el ministro de Seguridad Pública, Rolando Mirones, hizo un extenso recuento de las carencias que tienen el Complejo Penitenciario La Joya, que alberga a las cárceles La Joyita, La Joya, y La Nueva Joya. Dijo que no existen muros perimetrales, ni sistemas de videovigilancia, ni hay escáner para hacer el proceso de revisión, entre otras cosas.
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No dijo nada de cómo habrían entrado las armas al penal. Lo que explicó fue que no las detectaron porque estaban escondidas en cavidades que estaban debajo de las celdas que habían sido construidas por los propios internos desde hace varios años.
"Esto era de esperarse cuando le pides a las instituciones involucradas a que presente un informe", manifestó el exdirector de la Policía Nacional Ebrahim Asvat, en su cuenta de Twitter.
Mientras que Carlos Eduardo Rubio, quien fue ministro de Gobierno durante el pasado gobierno, aseguró en esa misma red social que: “Todos sabemos, y no es nuevo, pues lleva décadas así, que es cierto que el sistema penitenciario tiene necesidades infinitas y recursos limitados, y que hay mucho por hacer”.
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