El Tribunal de Juicio del Primer Circuito Judicial de Panamá ratificó el 27 de septiembre de 2024 la condena de 14 años de prisión para un hombre acusado de propagar intencionalmente el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) a su pareja.
El fallo se confirmó en una audiencia de anulación, tras haberse celebrado un juicio oral en mayo, donde el acusado fue encontrado culpable del delito contra la salud pública. La defensa buscaba anular la sentencia, sin éxito, mientras el tribunal mantuvo la posición del Ministerio Público sobre la gravedad del caso.
El hecho, que ocurrió entre 2010 y 2017 en el distrito de Panamá, implicó que el acusado, diagnosticado con VIH desde 2004, no informara a su pareja de su condición, lo que resultó en la transmisión del virus.
Esta acción, según los fiscales, constituye un acto de negligencia deliberada que pone en riesgo la salud pública. Además de la sentencia de prisión, se le impuso una inhabilitación de cinco años para ejercer cargos públicos tras cumplir su condena, así como una indemnización de 50,000 balboas por daño moral a la víctima.
Estos hechos ocurrieron entre el 3 de octubre de 2010 y el 31 de julio de 2017, en Panamá, cuando el acusado, con conocimiento y diagnóstico de VIH desde el año 2004, contagió a su entonces pareja.
— Procuraduría General de la Nación (@PGN_PANAMA) October 3, 2024
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El juicio oral, que se llevó a cabo del 6 al 8 de mayo de 2024, contó con la representación de las fiscales Lizbeth Camargo y Ana Dangelo, quienes expusieron la teoría del caso basada en pruebas documentales y testimonios clave.
La Fiscalía Metropolitana presentó un desahogo probatorio contundente, que permitió obtener un veredicto de culpabilidad en un tema de alta sensibilidad. La defensa, por su parte, argumentó que el acto no fue intencionado, pero las pruebas demostraron lo contrario.
Según el Ministerio Público, el delito de propagación de enfermedades contagiosas es una infracción seria en Panamá, y este caso subrayó la importancia de la transparencia en las relaciones interpersonales cuando se trata de condiciones de salud que puedan afectar a terceros.
El tribunal destacó la responsabilidad del acusado de haber informado a su pareja sobre su diagnóstico, y la omisión de esta información fue clave para su condena.
La sentencia ha sido vista como un precedente importante en la jurisprudencia sobre delitos contra la salud pública en el país.
Las autoridades judiciales han destacado que este tipo de conductas no serán toleradas, enviando un mensaje claro sobre la responsabilidad individual en la prevención de la propagación de enfermedades infecciosas.
