El creciente flujo de migrantes a través de la selva del Darién también se ha convertido en una oportunidad para los delincuentes que intentan sacar provecho de quienes buscan atravesar esa inhóspita región.
Cifras del Órgano Judicial (OJ) revelan que en los últimos cinco años se han imputado cargos por el delito de tráfico de migrantes a 342 personas, mientras que otras 49 se le formularon cargos por el delito de trata de personas.
Según los registros, el aumento de los procesos judiciales por este delito ha caminado de la mano con el incremento del número de migrantes, ya que en 2017 se registraron 18 casos, en 2018, 51 y en 2020 - en medio de la pandemia-,17. Para 2021, en medio de la ola migratoria proveniente del sur, esa cifra subió a 81 y para el año pasado se disparó a 147 casos.
Cifras del Ministerio Público (MP) detallan que en 2023 se han recibido 48 denuncias por tráfico de migrantes con un total de 448 víctimas y que se ha imputado a 52 personas por este delito.
En 2022 entraron por la región del Darién 248,284 personas y en lo que va del presente año ya se superó ese número. En 2021 atravesaron la selva 133,726 personas; 6,465 en 2020; 22,102 en 2019; 9,222 en 2018 y 6,780 en 2017.
Las estadísticas del MP revelan que en un alto porcentaje de los imputados por el delito de tráfico de migrantes son panameños, con un total de 205 personas procesadas por este delito, seguido de los colombianos con 73, nicaragüenses con 23 y el resto corresponde a ciudadanos de otras nacionalidades.
Según las investigaciones la mayoría de las víctimas son de origen venezolano, ecuatoriano y haitiano.
El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) ha reportado que los migrantes deben pagar entre $1,500 a $2,000 para transitar por la selva darienita y que ello incluye el traslado en lancha hasta un punto en la selva en donde luego se le asigna un guía que lo llevará hasta las inmediaciones de algunos de los puestos de asistencia humanitaria dispuestos por las autoridades panameñas.
Senafront también reconoce que en ocasiones los traficantes abandonan a los migrantes en la selva, generando situaciones de peligro por los riesgos que implica la selva.