Una operación coordinada entre Panamá y Costa Rica logró detener a 21 personas integrantes de una red dedicada al tráfico de migrantes, que llegaban desde Colombia a la provincia del Darién y que luego eran llevados hasta Nicaragua.
El fiscal especializado contra la delincuencia organizada, Emeldo Márquez, detalló que la red criminal captaba a los migrantes, en su mayoría haitianos, cubanos y africanos, en los centros de recepción de migrantes ubicados en Darién y les ofrecían, a cambio de dinero, llevarlos hasta Nicaragua.
El fiscal Márquez dijo que gracias a la colaboración del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), la policía y las autoridades de Costa Rica se logró montar una operación que llevó a la captura de los responsables de esta red criminal, que pueden enfrentar penas de entre 15 a 20 años de prisión.
El funcionario relató que los traficantes utilizaban un bote para eludir los puestos de controles terrestres y que una vez en tierra usaban diversos vehículos para la movilización de los migrantes.
Por su parte, el director de la policía Jhon Dornheim explicó que en la operación “Crepúsculo” se realizaron 32 allanamientos en las provincias de Panamá, Panamá Oeste, Darién y Chiriquí y que en ellos se logró recuperar la suma de $3 mil y tres vehículos.
Por la frontera entre Panamá y Colombia ingresan diariamente unos mil migrantes, en su mayoría haitianos y cubanos, con la intención de atravesar Centroamérica y México y llegar a los Estados Unidos.