Todo se hizo de forma extraña y rápida. Casi al cierre de la hora judicial, 5:00 p.m., el pasado viernes 29 de enero, y en medio de la crisis que sacude al Órgano Judicial, el empresario Mario Martinelli, junto con su abogado Nelson Brandao, consignó una fianza de excarcelación de casi $2 millones, que lo dejó en libertad inmediata.
Todo se dio en el Juzgado Decimoquinto penal, a cargo del juez Leslie Loaiza, quien el mismo día remite una carta al director de la Policía Nacional, Omar Pinzón, solicitando la libertad de Martinelli, quien tenía medida cautelar de casa por cárcel dictada por la Fiscalía Segunda Anticorrupción.
El empresario es investigado, junto con otras 18 personas, por la supuesta comisión de los delitos de estafa, fraude en contrataciones públicas, peculado y corrupción en los contratos para la compraventa de mochilas escolares a través del Programa de Ayuda Nacional (PAN) en el gobierno de su hermano Ricardo Martinelli (2009-2014).
En este proceso, Martinelli se valió de varios recursos para dilatar la indagatoria y otras acciones de la fiscal Vielka Broce.
El hermano del expresidente fue citado a indagatoria desde el pasado 31 de julio de 2015, pero sus abogados presentaron un certificado médico, por lo que la fiscal solicitó de inmediato una evaluación al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imelfc).
Los forenses concluyeron que Martinelli estaba en condiciones de ser indagado, pero por periodos cortos y en su residencia, por si mostraba signos de agotamiento. Sus abogados señalaron que padece de diabetes.
No fue hasta octubre pasado que la fiscalía pudo concretar su indagatoria en su residencia en Costa del Este y le dictó la medida cautelar de casa por cárcel.
Martinelli negó tener relación alguna con la sociedad Hialing Corporation, que obtuvo millonarios contratos con la venta de mochilas durante el pasado gobierno.
Por ello, la fiscal ordena un careo entre Martinelli y Pablo Ruiz Obregón, representante de Hialing Corporation, también investigado en este caso y que tiene casa por cárcel.
Martinelli no asistió al careo y presentó incapacidad médica para atender la diligencia judicial y hasta la fecha no la ha cumplido.
Entre incapacidades médicas y recursos legales, la defensa de Martinelli también acudió al Segundo Tribunal de Justicia para apelar una primera fianza de excarcelación que se le otorgó en noviembre pasado. El monto fijado fue de $1 millón.
Según sus abogados, la fiscal pidió que la fianza fuese de $18 millones.
Finalmente, el Juzgado Decimoquinto resolvió la fianza en cerca de 2 millones y se consignó el viernes sin medida cautelar alguna contra Martinelli, quien también es investigado por la venta de granos al PAN, expediente en el que tiene la medida cautelar de país por cárcel.