La fase dos de la operación “Dignidad” dirigida por la Fiscalía Metropolitana detuvo a 23 personas, entre ellas miembros de una red criminal dedicada al hurto de autos y agresores sexuales entre los que se encontraba un pastor que mantenía tres denuncias de violación.
En las diligencias que se realizaron en varios puntos de la ciudad de Panamá se logró ubicar varias personas que se dedicaban a la distribución de material pornográfico que involucra a menores de edad.
También se detuvo a varias personas con denuncias por delitos de violación, posesión de armas de fuego e implicación en casos de fraude a través del uso de tarjetas de crédito.
La Fiscalía también ubicó a miembros de un grupo criminal implicados en robos cometidos a conductores de plataformas de transporte y personas que mantenían órdenes de captura pendientes por la comisión de diversos delitos.
🚨La @PGN_PANAMA a través de la Sección de Atención Primaria del área Metropolitana con @policiadepanama desarrollaron #OperaciónDignidadII.
— Procuraduría General de la Nación (@PGN_PANAMA) April 10, 2025
✅23 personas fueron aprehendidas, por delitos sexuales, robos, entre otros
✅Entre los aprehendidos hay un pastor, por delitos sexuales pic.twitter.com/f70ijjyXkZ
Se informó que en estos casos la fiscalía en conjunto con la policía realizó una labor de inteligencia y vigilancia para ubicar a las personas, algunas estaban requeridas desde hace varios meses.
La policía también logró la detención de tres personas en Arraiján, San Miguelito y Curundú que participaban de un grupo criminal dedicado al tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
En la primera fase de la operación “Dignidad” que se realizó el pasado 27 de enero las autoridades lograron la detención de 53 personas implicadas en robos, estafas, distribución de pornografía infantil y violación de menores de edad.
En esta operación se detectó un grupo criminal que se dedicaba a hacer estafas bancarias, que ya acumulaban más de $500 mil.
En esa ocasión también se detuvo a varias personas implicadas en delitos de blanqueo de capitales, quienes recibían dinero producto de actividades criminales y que luego era introducido en el sistema financiero local.
Ambas operaciones fueron dirigidas a ubicar células criminales que operan en el área metropolitana de la ciudad de Panamá y Colón que impactan a pequeños comerciantes y al ciudadano común.