Hacinamiento, un mal que persiste en las cárceles

Hacinamiento, un mal que persiste en las cárceles


Según la Dirección General del Sistema Penitenciario, hasta octubre pasado las cárceles del país albergaban a 21 mil 308 presos pero, el sistema está diseñado para acoger a 14 mil 591. Lo que indica que en este momento hay una sobrepoblación de 6 mil 717 internos.

De los 21 mil 308 presos, 13 mil 786 están condenados (65%) y 7 mil 522 esperan sentencia (35%).

En abril de 2014 se estrenó La Nueva Joya, cárcel que costó $157 millones. Recinto carcelario de máxima y mediana seguridad que alberga a reos que cumplen condenas, fue edificada en un área de 35 hectáreas, con el propósito de aliviar el hacinamiento de las cárceles La Joya y La Joyita. Tiene una capacidad para alojar a 5 mil 504 personas, y por el momento cuenta con 3 mil 133 internos.

Pero parte del problema está en La Joya y La Joyita, donde por estos días hay 4 mil 671 presos, con una sobrepoblación en conjunto de mil 411 internos. La Joya, construida en 1972, tiene capacidad para mil 568 personas. Mientras que La Joyita, que empezó a operar en 1996, tiene capacidad para recibir a 2 mil presos.

Hechos

Los hechos de violencia a causa del control que algunas pandillas ejercen sobre los pabellones de La Joya y La Joyita son situaciones de curso regular.

El más grave de ellos se registró el 17 de diciembre de 2019, tras un enfrentamiento con armas de fuego entre facciones de la pandilla Calor Calor, que mantenían diferencias por cargamentos de drogas.

Con esos sucesos, la vulnerabilidad de la seguridad de esos penales quedó en evidencia en esa ocasión, pues los internos usaron fusiles AK 47 y pistolas nueve milímetros durante los enfrentamientos.

Carlos Herrera Morán, de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio Nacional de Abogados, considera que el aumento del número de internos en las cárceles es un reflejo de que los jueces de garantías y los fiscales insisten en la aplicación de la detención preventiva como la medida cautelar más común. Según el abogado, estas autoridades tienen la posibilidad de aplicar otras, como la de reporte periódico, impedimento de salida del país y de alejamiento a reos, entre otras.

Herrera Morán también cuenta que en La Joya y La Joyita los internos deben compartir celdas con cinco y seis personas.

En las cárceles panameñas también abundan las enfermedades. Entre ellas, de acuerdo con Herrera Morán, están el VIH, el cáncer, la diabetes y enfermedades de la piel. Según el jurista, en el país, los privados de libertad no reciben atención médica adecuada.

A su juicio, se requiere de la intervención urgente del Ministerio de Salud para atender a los detenidos que se encuentran muy enfermos, y que no reciben atención adecuada.

En 2020, la Defensoría del Pueblo entregó al ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, una carta firmada por 107 presos de la cárcel El Renacer, en la que expresaron su queja y descontento por las deficiencias en los servicios de salud, por lo que solicitaron la intervención de la entidad.

En esa ocasión, se recomendó atender “cuanto antes” los diferentes casos de falta de atención médica y salud oportuna, en varios centros penitenciario.

¿Más cárceles?

En tanto, el nuevo ministro de Gobierno, Roger Tejada, admitió que en Panamá existe una sobrepoblación carcelaria. Tejada habló del tema en la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional.

El funcionario adelantó que es necesario pensar en la construcción de nuevos centros penalesy agilizar el proceso de clasificación de los privados de libertad.

Para Tejada, la aplicación de procesos de digitalización para el control de los privados de libertad y conocer la etapa en que están sus procesos penales, así como el tiempo de cumplimiento de la pena, es indispensable.

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