El juez de garantías Adrían José Hernández ordenó la detención preventiva de ocho presuntos integrantes de una red criminal dedicada al tráfico de drogas y blanqueo de capitales que fueron detenidos el pasado 7 de abril en la operación Harry, a la que se le decomisaron una tonelada de drogas desde el año 2018.
Entre los detenidos figuran el presunto cabecilla de la organización criminal apodado JC, quien según la Fiscalía de Drogas era el encargado de coordinar el recibo de droga procedente de Colombia y luego introducirla en contenedores en los puertos del Pacífico panameño, para luego enviarla a Europa y los Estados Unidos.
De acuerdo con las investigaciones, en este caso también se investiga a empleados de uno de los puertos, quienes se presume permitían la apertura de los contenedores para introducir la droga.
Las pesquisas también se extienden a una empresa de cargas, presuntamente usada por los antisociales para movilizar la carga e introducirla al puerto, simulando una actividad económica normal.
Durante los allanamientos realizados el pasado 7 de abril en San Miguelito, Panamá Oeste y Colón se logró ubicar una residencia que era usada como sitio de reunión por el grupo criminal desde donde coordinaban sus labores.
En las diligencias realizadas la fiscalía incautó $42 mil, armas de fuego y siete vehículos.
La fiscalía estima que este grupo criminal mantiene actividades criminales desde el año 2107 en la provincia de Colón.
En los primeros cuatro meses del año los estamentos de seguridad del Estado han incautado 12 toneladas de drogas.