La red de contactos locales del panameño arrestado en Dubái

La red de contactos locales del panameño arrestado en Dubái


La desarticulación de un cartel internacional a través de la operación Desert Light (Luz del Desierto) ha puesto otra vez bajo la lupa el papel de Panamá en el narcotráfico internacional.

En una investigación de dos años, autoridades de cinco países identificaron toneladas de cocaína que llegaban a puertos de España, Países Bajos y Bélgica desde Panamá. Las agencias involucradas en el caso indicaron que los envíos eran presuntamente comandados por el panameño Anthony Alfredo Martínez Meza, a quien identifican como el proveedor que movía las cargas desde el puerto de Manzanillo, en Colón, hasta el viejo continente.

Martínez Meza fue detenido en Dubái, la ciudad-emirato que la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) considera un paraíso para delincuentes internacionales, donde gozaba de una vida de lujo. Allí también apresaron a otros cinco cabecillas en un operativo internacional coordinado por la agencia policial de Europa, Europol, que en total capturó a 49 personas en seis países durante noviembre pasado.

Desert Light es un operativo más en la trama que une a América con Europa en el trasiego de drogas, con barcos que parten desde puertos del istmo y un presunto capo local que comanda operaciones a distancia, apoyado por una red que incluye sociedades registradas en Colón y personas que estarían ligadas al Gobierno y a su partido, el PRD.

Hassan, el capo panameño

Hasta ahora, Martínez Meza estaba fuera del radar de las autoridades locales, pero en otros países lo tenían en la mira con el alias “Hassan”. El procurador encargado, Javier Caraballo, dijo que el Ministerio Público colaboró con ellos en la operación.

El diario El País recoge información de la Guardia Civil de España, según la cual el panameño habría movilizado unas 10 toneladas de cocaína a España durante los dos últimos años. Sus socios estratégicos, dijeron, eran Ryan James Hale y Daniel Kinahan, ambos vinculados a un importante clan irlandés.

En la Fiscalía de Drogas de Panamá había indicios, pero no investigaciones en curso que lo involucren. “La información está sellada en el Consejo de Seguridad Nacional”, dijo una fuente judicial.

Un rastreo por bases de datos indican que el panameño mantendría algún contacto con el partido de gobierno y negocios a través de al menos tres sociedades en las que figura como directivo, todas domiciliadas en Cristóbal, Colón: Machina Supply International Inc., Francisco Martinez, S.A. y JPM Int., S.A.

En JPM Int., S.A., vigente desde el 27 de junio de 2014, Martínez Meza figura como director, presidente y secretario. La sociedad tenía como agente residente a Michael Soto Movilla, quien fue delegado del PRD en Cristóbal y su nombre aparece en la planilla del Servicio Nacional de Migración y en otras sociedades vinculadas a negocios en la ciudad caribeña.

Soto Movilla parece ser un viejo conocido del gabinete del presidente Laurentino Cortizo: el ministro de Obras Públicas, Rafael Sabonge, lo etiquetó en un comentario a un posteo de Facebook del presidente Cortizo de marzo de 2017.

Las otras dos sociedades en las que figura Martínez Meza fueron registradas por otro agente, la firma Bravo, Dutary y Asociados. En una de estas sociedades fue reemplazado por Octavio de León Atencio, quien también ocupa ese rol en JPM, tras la renuncia de Soto Movilla.

En la junta directiva figuran además Diana Patricia Ordoñez Pastor, una mujer colombiana que comparte con Martínez Meza el domicilio registrado en una casa en Cristóbal, y Jonathan Paolo Martínez Meza.

El apellido se repite en las otras sociedades, cuyas actas indican que se dedican a “establecer, gestionar y llevar a cabo el negocio de exportación” y “suministrar, proveer y abastecer de productos y servicios a naves”. Aparece Mabel Meza, la madre de Anthony y Jonathan, quien funge como directora de Presupuesto de la Zona Libre de Colón.

Según autoridades de España y otros países de Europa, Martínez Meza no sería el único panameño involucrado en la trama que conecta las drogas a bajo precio de la región con el mercado europeo, donde las venden con altos márgenes de beneficio.

Los puertos en la mira

Los puertos de Panamá se han convertido en la ruta más segura para circular la droga. Colón es un punto crucial, dadas las conexiones de grupos que se encargan de recibir, mover y proteger la mercancía mientras se encuentra en suelo panameño, como las pandillas, que prestarían el servicio a los carteles colombianos para la contaminación de los contenedores.

“Panamá es un hub internacional del comercio y eso es aprovechado y usado por las estructuras de crimen transnacional”, dijo Alejo Campos, director regional de Crime Stoppers.

Los fiscales de drogas y el propio ministro de seguridad, Juan Pino, han reconocido el aumento de los decomisos de alijos de droga dentro de contenedores que transitan por los puertos en Colón. Pino señaló que es una ruta muy activa del narcotráfico, debido a la presencia del Clan de Golfo, que realiza envíos de drogas desde allí.

En lo que va de 2022, se han incautado más de 50 toneladas de droga. Dos de los operativos fueron en el puerto de Manzanillo, ambos con destino a Europa: uno de 110 kilos de cocaína en una embarcación que iba a Holanda y a Irlanda, y otro de 126 kilos.

La Prensa intentó comunicarse con autoridades del puerto Manzanillo, pero no hicieron comentarios sobre el caso.

(Con información de Sol Lauría)

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