El segundo día del juicio del caso Lava jato se inició ayer martes 27 de junio, con la presentación del contador público autorizado José Ángel Almanza Navarro, testigo solicitado por la Fiscalía Segunda contra la Delincuencia Organizada.
Almanza, que fue subcomisionado, trabajó por 26 años en el Departamento de Blanqueo de Capitales de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), hasta que se retiró, el año pasado.
El testigo contó que preparó un informe de actuación financiera sobre las actividades de la firma Mossack Fonseca. Ese documento fue confeccionado con información suministrada por el Ministerio Público, conforme avanzaban las investigaciones y llegaban las respuestas de las asistencias judiciales enviadas por Brasil. Argumentó que su informe “simplemente” dejó constancia de la trazabilidad del dinero que, según la fiscalía, fue blanqueado por los acusados.
“Hicimos la trazabilidad del dinero de una cuenta a otras cuentas”, y remarcó que su informe no es una “auditoría forense”, ya que ese trabajo es competencia del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imelcf).
Almanza confirmó que confeccionó un informe sobre las transacciones realizadas por el Banco Do Brasil a Mossack Fonseca entre los años 2013 a 2015, período en que transfirió la suma de $2.3 millones.
El perito se ratificó en el informe confeccionado en el año 2018, en el que se detalla que la acusada María Mercedes Riaño obtuvo beneficios de estas transferencias. Riaño manejaba la oficina de Mossack Fonseca do Brasil, sociedad inscrita en las Islas Vírgenes Británicas (BVI) en 2009.
El informe de actuación final elaborado por Almanza y por el mayor José Inés Gil concluyó que, según el análisis efectuado, Riaño tiene bienes por $197,279.51 e ingresos por $113,948.49, “quedando por justificar la suma de $83,331.02″.
El informe de la DIJ advertía de una triangulación de dinero a través de diferentes cuentas bancarias tratando de ocultar su origen y evitar el rastro del dinero y que esta es una modalidad utilizada por las organizaciones para ocultar el verdadero origen de los fondos.
Sobre Mossack Fonseca do Brasil, la defensa de Jürgen Mossack y Ramón Fonseca Mora, fundadores de la extinta Mossack Fonseca, ha dicho que Mossack Fonseca do Brasil y Mossack Fonseca & Co Brasil S/C Ltda., tienen un contrato de representación con ellos y es propiedad de Riaño. El perito dijo que no tenía conocimiento de que los servicios prestados por Mossack Fonseca do Brasil se surtían en Panamá. No obstante, el informe de la DIJ señala que Mossack Fonseca do Brasil realizó transferencias a las oficinas de Mossack Fonseca.
Almanza también fue interrogado por Julio Macías, de la firma forense Castro & Castro, abogado de la imputada Riaño. Interrogado por Macías, Almanza dijo no conocer los montos o tarifas cobrados por Mossack Fonseca, “con intermediación de las oficinas de Brasil”. No obstante, el testigo remarcó que no había “soportes” que justificaran las entradas de dinero. “No hay parámetros. Simplemente se recibió y se envió.. Tiene que haber un registro [en un sistema contable], no se puede mandar plata así por así”, recalcó.
Luego de un receso de hora y media para almorzar, la audiencia se reanudó con la participación de Basilio González, abogado de la imputada Isabel Fonseca; Yeskelle Pedroza Quintero, defensora de Yakeline Pérez, Hercibelle González, Ricardo Samaniego, Francis Pérez, Imogene Wilson, Leticia Montoya y Yenny Martínez, y Diva Pinzón, abogada de otros ocho acusados. Los tres abogados tenían repreguntas para el testigo Almanza.
Culmina el segundo día de audiencia en el juicio por el caso Lava Jato.
— La Prensa Panamá (@prensacom) June 27, 2023
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Almanza repitió lo que ha dicho desde que inició su intervención en el estrado: que el documento que elaboró es un “informe de actuación financiera” (que es el nombre que recibe por ley, aunque él piensa que debería llamarse “informe de investigación financiera”) y no una auditoría forense. Remarcó que él no analiza la fuente u origen del dinero, ya que se centra en la trazabilidad, es decir, el curso de la plata y la ruta que recorre, de cuenta en cuenta, de sociedad en sociedad.
Otros dos testigos
El siguiente testigo de la fiscalía que subió al estrado fue el contador público autorizado José Inés Gil, coautor del informe elaborado por la DIJ, junto a Almanza. Acudió al estrado como testigo de Julio Macías, abogado de María Mercedes Riaño. Narró que en el informe de actuación financiera que confeccionó con José Almanza, no encontró indicios de que Riaño estuviese involucrada en actividades de blanqueo de capitales.
También relató que mantuvo algunas diferencias con la fiscalía con relación al informe financiero, ya que se le pidió se circunscribiera a las acciones de Riaño. Gil manifestó en el estrado que no podía precisar con exactitud la cantidad de sociedades anónimas que fueron analizadas durante la investigación solicitada por la fiscalía.
Dijo que de la cuenta Mossack Fonseca do Brasil no hubo retorno de las transferencias realizadas a favor de Mossack Fonseca Panamá.
El tercer testigo en comparecer fue Edwin Campos, de la Dirección de Investigación Judicial, quien también participó en la elaboración del informe de la División de Blanqueo de Capitales.
Campos fue el encargado de obtener información de fuentes abiertas sobre hechos relacionados con la investigación sobre blanqueo de capitales y la firma Mossack Fonseca.