Un tribunal de juicio de la provincia de Darién logró una de las primeras condenas por el delito de minería ilegal: dictó una pena de 48 meses de prisión para 16 personas, luego de que fueran sorprendidas extrayendo oro en la cabecera del río Marea, en la reserva forestal de Chepigana, en el corredor biológico Serranía del Bagre.
La investigación, que se inició en el año 2019, implicó el despliegue de al menos 20 efectivos del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y personal de la Fiscalía de Ambiente de Darién, que se movilizaron por la selva para ubicar el campamento en el que trabajaban los mineros.
Con las diligencias se probó que los mineros provocaron la deforestación de un espacio similar a dos campos de fútbol y contaminaron el río con sedimentos producto de la actividad. El grupo criminal taló más de 2 mil metros de selva y cavó fosas de más de 350 metros en las laderas del río, cuyas aguas eran contaminadas con sedimentos y desechos de la operación de extracción.
Durante el juicio, Ricardo Urrutia, perito forestal del Ministerio de Ambiente, explicó que la actividad detectada por las autoridades podría tener un efecto irreversible en el ecosistema y que su recuperación podría tardar más de 15 años.
Los jueces Agilio Gudiño, Luis Bethancourt y Baldomero Valencia, al valorar las pruebas aportadas por el Ministerio Público, declararon la responsabilidad de los imputados en el delito de destrucción del medio ambiente.
En este caso se determinó que el grupo era financiado por personas que luego vendían el oro en el mercado local.
La fiscal superior de ambiente, Fátima Sánchez, detalló que la minería ilegal es un delito en ascenso que ocasiona graves daños a los ríos y fuentes de agua en donde se practica.
La funcionaria judicial explicó que la minería ilegal es una actividad que ha tomado auge, ya que se han detectado casos en varios puntos del Darién, el Parque Nacional Chagres y el área de Donoso en la provincia de Colón.