En el quincuagésimo tercer día de audiencia al expresidente Ricardo Martinelli por presuntas escuchas telefónicas, el dirigente del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Mitchell Doens, reconoció seis correos electrónicos y dos conversaciones sostenidas en actividades políticas, que fueran interceptadas por miembros del Consejo de Seguridad Nacional (CSN).
Durante el interrogatorio, Doens aseguró que las conversaciones giraban en torno a actividades políticas que se realizaron durante los años 2013-2014 en oposición a la gestión del entonces presidente Ricardo Martinelli.
Doens reconoció entre los correos mostrados por la fiscalía correos electrónicos enviados al también dirigente del PRD, Francisco Sánchez Cárdenas, Balbina Herrera, Luis Barletta y al catedrático de la Universidad de Panamá Miguel Antonio Bernal.
Durante la audiencia, Doens aseguró haber recibido información que era objeto de seguimiento e interceptaciones telefónicas por parte del gobierno de Martinelli y que por ello se convirtió en querellante contra el exmandatario.
Relató que en una ocasión Balbina Herrera le comunicó que ella y sus familiares eran objeto de seguimiento y vigilancia por funcionarios del CSN.
También relató haberse reunido en dos ocasiones con el expresidente Martinelli, a solicitud de este último, para alcanzar una acuerdo extrajudicial en este proceso, pero que en ambas ocasiones le exigió al exmandatario aceptar su responsabilidad a cambio de desistir del proceso, pero que este se negó.
Por su parte, el fiscal Ricardo González, vocero del Ministerio Público, dijo que la declaración de Mitchell refuerza la teoría de la fiscalía, en cuanto a que Martinelli ordenó las escuchas telefónicas contra opositores a su gobierno.
La fiscalía aún tiene por llamar a unas 12 víctimas de los pinchazos para expliquen su versión ante el tribunal de juiciol.
Por su parte Alfredo Vallarino, del equipo de abogados de Martinelli, aseguró que Doens ha incurrido en serías contradicciones al reconocer correos que no lo tenían como destinatario y cuyo autor tampoco es reconocible.
Vallarino alegó que Doens reconoció como suyos correos es lo que no aparecía su nombre, lo que genera serías dudas sobre su autenticidad y que el tribunal debe valorar como una prueba dudosa.