La red de narcotraficantes desmantelada el pasado miércoles en la operación Naufragio mantenía el área de Punta Mala, en Los Santos; El Salao en Aguadulce, Coclé y las costas de Herrera, como sus centros para el desembarco y almacenamiento de drogas.
Durante una audiencia desarrollada este viernes en el Sistema Penal Acusatorio en la que se legalizó la aprehensión de los 15 implicados, el fiscal de drogas, Joseph Díaz, detalló que este grupo criminal controlaba un grupo de lancheros quienes eran los encargados de recibir la droga en alta mar y trasladarla hasta la costa y guardarla en una finca.
Diaz alegó que la red criminal contaba con los servicios de Erick Guevara, funcionario de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (Arap), quien alertaba a las embarcaciones encargadas del transporte de la droga sobre la ubicación de las patrulleras del Servicio Nacional Aeronaval (Senan).
Durante la investigación, la fiscalía logró establecer que Guevara entregaba información a los miembros de la red criminal que obtenía de sus comunicaciones con funcionarios del Senan.
Guevara facilitó el trámite de permisos de operación para embarcaciones que luego fueron utilizadas para transportar droga procedente de Colombia.
La fiscalía también logró establecer que la abogada Geneva Fong Hernández, quien pertenece a la Federación Nacional de Pescadores Artesanales de Panamá, era otra de las personas que suministraba información a la red criminal sobre los movimientos de las patrulleras del Senan.
También el fiscal Díaz relató que existía otro grupo de personas residentes en el área de El Salado, en Aguadulce, quienes se encargaban de alertar sobre los movimientos de la policía y determinar las rutas a seguir para eludir los retenes policiales.
La fiscalía logró más de 234 interceptaciones telefónicas a los miembros de la red criminal, en las que surgieron una serie de audios en los que se escucha a varios de los investigados coordinar acciones para la compra de motores, GPS y equipos para el equipamiento de las lanchas que recogerían la droga.
La fiscalía también señala como presunto cabecilla de esta red criminal a Ricardo Andrés Moya, quien presuntamente era el encargado de coordinar la recepción de los embarques de drogas.
Durante la operación que se inició en el año 2022, la fiscalía logró el decomiso de seis toneladas de drogas que fueron introducidas por mar desde Colombia.
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