El juez de garantías Frank Torres, decretó la detención preventiva de 23 personas que supuestamente se dedicaban al tráfico de drogas entre islas de Bocas del Toro para luego transportarla a Costa Rica. De acuerdo con investigaciones del Ministerio Público, el grupo estaría vinculado al Clan del Golfo, que opera en el Urabá colombiano.
En una audiencia, Torres estimó que la detención preventiva era la medida más idónea en este caso ya que existe el riesgo de destrucción de pruebas y la posibilidad de que puedan evadir el proceso penal. El funcionario judicial le concedió un término de seis meses a la Fiscalía de Droga para concluir la investigación.
La operación para desmantelar la red fue denominada Focus y dio con la captura de personas que actuaban en Bocas del Toro, Chiriquí, Colón, Panamá Oeste y Veraguas. De acuerdo con las pesquisas, utilizaban las islas de Bastimento, Colón y Popa, en Bocas del Toro, para ocultar la droga que luego era transportada por embarcaciones hasta Costa Rica.
Durante el operativo las autoridades de seguridad decomisaron siete toneladas de drogas en varios allanamientos.
Torres también aplicó medidas cautelares de notificación periódica ante el tribunal a otras cinco personas a las que la fiscalía señala como colaboradores que aportaban ayuda logística a la red criminal.
Durante la audiencia que se inició el pasado jueves, y concluyó durante la madrugada de ayer domingo, el juez Torres también legalizó ocho allanamientos realizados por la fiscalía en los que se ubicaron teléfonos celulares y $6 mil en efectivo.
En este caso, se detuvo a una persona en Colombia, a la que Estados Unidos solicita en extradición por la supuesta comisión del delito de conspiración para la introducción de varias toneladas de drogas a ese país.
Esta sería la tercera red criminal local ligada al tráfico de drogas, que tiene conexiones con el Clan del Golfo.