Un total de 638 armas de fuego y 48 mil municiones, decomisadas por las autoridades en diferentes operativos, fueron destruidas en la mañana de este martes 17 de diciembre de 2024 por la Policía Nacional.
El director de la Policía, Jaime Fernández, detalló que la mayoría de estas armas fueron decomisadas en operativos en áreas de alta incidencia delictiva y que todas fueron sometidas a revisión antes de ser destruidas para verificar si estaban vinculadas al algún hecho delictivo bajo investigación.
Informes de inteligencia revelan que algunas de estas armas son ensambladas localmente por grupos delictivos que importan las partes de manera clandestina y que estas armas no tienen números de serie ni ningún tipo de registro.
El informe detalla que muchas armas son entregadas a grupos pandilleros para custodiar cargamentos de drogas que llegan a las costas del país.
Entre el armamento destruido se encuentran pistolas, revólveres, escopetas y fusiles de asalto.

Por su parte, el ministro de seguridad, Frank Ábrego, detalló que las armas son responsables de la mayor parte de los homicidios que se registran en el país y que estos crímenes están directamente relacionados con ajustes de cuentas relacionados con el tráfico de drogas.
Ábrego aseguró que cada arma fuera de circulación es una vida que se salva, ya que la mayoría de ellas han sido decomisadas en las calles y en manos de personas vinculadas a actividades ilícitas.
Ábrego dijo que algunas armas ingresan al país por áreas fronterizas en las que no hay vigilancia, pero que este fenómeno es muy difícil controlar, ya que ese armamento es movido en pequeñas cantidades.
También las autoridades de Aduanas han detectado paquetes enviados a través del servicio Courier que arriban al país con partes de armas procedentes de los Estados Unidos. violando los controles de la Dirección Institucional en Asuntos de Seguridad Pública (Diasp), ente que regula la introducción de armas al país.
Las investigaciones de Aduanas revelan que estas armas son importadas por personas naturales presuntamente ligadas a actividades criminales y pandillas para ser usadas en robos, asaltos y asesinatos.
En los últimos cinco años, las autoridades han destruido un total de 42 mil 276 armas de fuego, 562 mil 959 municiones y 6 mil 231 artefactos explosivos.