Por cada víctima que presenta una denuncia, hay un subregistro de 20 más que esperan ser rescatadas del flagelo de la trata de personas, ya sea, con fines de explotación sexual, laboral, mendicidad o adopción irregular.
Así lo informó a La Prensa Daira Campos, directora de la Oficina contra la Trata de Personas del Ministerio de Seguridad Pública, quien asegura que estos hallazgos imponen aún más retos en el país para erradicar este delito.
Campos explicó que, a diferencia de otros flagelos, la trata de personas es más “difícil de detectar”, por lo que se crean cifras “negras”, es decir, casos que nunca son contados o registrados en las bases de datos oficiales.
En base a ello, dijo, los estudios a nivel mundial han determinado que “por cada víctima que denuncia, hay otras 20 que no lo hacen, pues muchas no se consideran víctimas”. Además, destacó que ahora en Panamá se considera que la mendicidad y la adopción infantil irregular también son delitos de trata de personas.
Pese a que el delito sigue golpeando al país, hoy día, según Campos, la ciudadanía está entendiendo y se encuentra más sensibilizada con dicho tema, pues son ellos quienes, en muchos de los casos, alertan a las autoridades. Señaló que antes la población pasaba por alto situaciones que, en el tema de la trata, son significativas; por ejemplo, si en un apartamento o casa hay mucho movimiento de entrada y salida de hombres o mujeres a altas horas de la noche.
”Esa participación ciudadana se va a reflejar en el informe de 2023. Este año hemos tenido nuevos casos por operaciones abiertas por denuncias de la ciudadanía”, dijo.
En lo que va de 2023 ya se han contado 23 casos. La mayoría de las víctimas fue rescatada el pasado 17 de enero, luego de que la Fiscalía Primera Superior contra la Delincuencia Organizada lograra desarticular una organización criminal dedicada a la comisión del delito contra la humanidad, en su modalidad de trata de personas con fines de explotación laboral, como resultado de la operación Omega.
Presuntamente esta organización obligaba a sus víctimas a vender bisutería, teniendo que entregar diariamente una cuota de $161 producto de las ventas, informó en su momento el Ministerio Público.
Más cifras
En 2020, se reportaron 32 casos de trata, al igual que en 2021. Mientras que en 2022, la cifra bajó a 23 casos. Es decir que en lo que va de 2023 ya se ha registrado la misma cantidad de casos que en todo el año pasado.
Sobre los casos de 2022, a las 23 personas se les brindó atención como víctimas de trata; de esa cantidad, 11 fueron eran víctimas con fines de explotación sexual; ocho con fines laboral; tres con fines de adopción irregular y una por mendicidad.
Ese año, cuatro personas fueron condenadas por este delito, tras las operaciones “Galaxi”, “Marfil” y “Luz de Esperanza”. En total, se logró la detención 18 tratantes.
Aumenta riesgo para menores panameños
El 43% de las víctimas rescatadas el año pasado es panameña y la mayoría es menor de edad.
En ese sentido, Campos planteó que los menores de edad panameños siguen marcando alto en las estadísticas de la trata de personas. Solo en lo que va de 2023, se han encontrado ya seis casos (2 niñas y 4 niños), de los cuales cinco son panameños y uno es venezolano. En 2022, también se atendieron seis casos de menores de edad.
Uno de los retos para Panamá es llegar a la mayor cantidad de grupos vulnerables, como la población de las comarcas y las personas con discapacidad, porque hasta ahora, según Campos, no han podido sumarlos en la sensibilización contra este delito.
La semana pasada, Panamá asumió la Secretaría Técnica de la Coalición Regional contra la Trata de Personas, cargo que mantendrá el país por dos años.