El Juzgado Primero Liquidador de Causas Penales suspendió este martes 1 de agosto el juicio seguido a Adolfo Chichi De Obarrio, exsecretario privado del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), Silvana Mancini de De Obarrio y María Alejandra Salerno, por la presunta comisión de los delitos de enriquecimiento injustificado y blanqueo de capitales.
El juicio no se pudo celebrar porque De Obarrio no compareció, razón por la que la juez Águeda Rentería lo declaró “en rebeldía”. Acto seguido, inició la fase de presentación pruebas alegadas por ambas partes.
Se desconoce la nueva fecha en la que se celebrará el juicio.
El 14 de noviembre del 2022, el tribunal decidió llamar a juicio a De Obarrio, su madre Silvana y Salerno por los delitos de enriquecimiento injustificado y blanqueo de capitales.
Originalmente, la juez había decidido enjuiciar también a Ivette Barsallo, exesposa de De Obarrio, pero Rentería validó este martes un acuerdo de colaboración suscrito con la Fiscalía Anticorrupción.
Según un informe de auditoría que sirvió de base para llamar a juicio a los imputados, se determinó que De Obarrio obtuvo ingresos superiores a $3.7 millones mientras ejerció como funcionario, pero no pudo justificar la procedencia de esos fondos.
Las evidencias arrojaron que entre el 1 de julio de 2009 y el 30 de junio de 2015, el exsecretario de Martinelli obtuvo recursos de fuentes conocidas por la suma de un millón de dólares, pero tuvo gastos por $4.7 millones, registrándose una diferencia de $3.7 millones.
Para la juez, este hecho acreditó el delito de enriquecimiento injustificado y el blanqueo de dinero se produjo cuando De Obarrio abrió una cuenta bancaria para recibir regalos de su boda con Barsallo, por la suma de $259 mil. Una celebración ostentosa que entonces se festejó en el recién inaugurado hotel Trump Ocean Club, en Punta Pacífica, en marzo de 2013.
De Obarrio ha sido localizado (y hasta detenido y luego liberado) en Italia y tiene varios casos judiciales abiertos. Nunca ha comparecido personalmente, aunque en un proceso de familia participó a través de video llamada.