El juicio a Ricardo Martinelli Berrocal fue pospuesto para el próximo 5 de julio, mientras se practican varios exámenes forenses para constatar el estado de salud del expresidente, que habría sido operado de la columna el pasado domingo.
Igualmente, el tribunal de juicio -integrado por las jueces Ibeth Francois, Jennifer Saavedra y Marisol Osorio- asignó un defensor público a Martinelli, que lo representará en caso tal que ni él ni sus abogados se presenten el 5 de julio.
El juicio debía iniciar este martes 22 de junio, pero ni Martinelli ni sus abogados acudieron, y -en cambio- enviaron certificados de incapacidad médica, los cuales también serán verificados por el personal del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imelcf).
La noche antes se conoció que el exgobernante está hospitalizado, convaleciente por una “cirugía mayor” en la columna.
El artículo 359 del Código Procesal Penal señala que aunque el juicio se realizará con la presencia “ininterrumpida” de los jueces y de todas las partes, el acusado podrá ser representado por su defensor “si rehúsa permanecer”. Si su presencia es necesaria para practicar algún acto o reconocimiento, podrá ser traído por agentes policiales.
“Cuando el defensor se ausente de la audiencia se considerará abandonada la defensa y corresponderá su reemplazo”, agrega el mismo artículo. No obstante, a las 9:15 a.m., los abogados de Martinelli no habían acudido al acto de este martes.
“Ninguno ha acudido el día de hoy. Está vació el escritorio que debió ocupar el acusado y la defensa”, indicó Carlos Herrera Morán, abogado de un grupo de víctimas querellantes, quien a las 9:50 había salido de la sala de audiencias para informar a los periodistas que los jueces habían decretado un receso para estudiar varias peticiones, incluyendo dos solicitudes de la parte acusadora: la conducción de Martinelli y la suspensión de los plazos de prescripción de la acción penal.
Herrera Morán también contó que Alma Cortés, abogada de Martinelli, también presentó una incapacidad “porque tiene una carie y la tiene que examinar un odontólogo en el día de hoy”.
“Ahora mismo, todo es incierto. Información no confirmada”, dijo el fiscal Ricaurte González, más temprano, al ingresar al recinto.
El expresidente se encuentra en el Hospital Pacífica Salud, en Punta Pacífica, donde el domingo fue sometido a una operación en la columna por el neurocirujano Waltter Kravcio.
Según el vocero de Martinelli, Luis Eduardo Camacho, el expresidente estará “en recuperación” por seis meses y luego deberá hacer terapia.
“Ahora inicia un nuevo calvario para el señor Martinelli. Ahora va a tener una procesión de enfermedades, de problemas de salud, de dolores de cuerpo... Entonces esto va a depender del Tribunal... Efectivamente, tiene todos los mecanismos para evitar que esto vuelva a ser un circo, como en la audiencia anterior. Para eso se cuenta con instrumentos legales y tecnológicos, para que el señor Martinelli, en reposo, pueda ver la audiencia y estar enterado de todo lo que está pasando”, indicó Mitchell Doens, víctima querellante.
No es la primera vez que Martinelli apela a su condición médica. En la fase intermedia, alegó varias dolencias: hipertensión, hernias, miopía, glaucoma, ansiedad... En una ocasión, el entonces magistrado Jerónimo Mejía, en funciones de juez de garantías, lo visitó en el Hospital Santo Tomás, con un grupo de forenses, para constatar que, en efecto, estaba impedido de comparecer. Entonces se determinó que su condición era estable y que podía comparecer. Mejía, por cierto, en diciembre de 2015 lo declaró “en rebeldía”, precisamente por ausentarse del proceso, razón por la cual se gestionó su captura y extradición desde Estados Unidos, lo que finalmente ocurrió el 12 de junio de 2018.
Balbina Herrera, también víctima querellante, indicó que lo importante es que inicie formalmente el juicio, aunque luego tenga que ser suspendida para que los forenses examinen al acusado en el hospital.
“Que la opinión pública sepa que el mismo hospital en que esta ahora es donde estaba el señor Cucalón”, advirtió Herrera, en referencia al exdirector general de Ingresos, Luis Cucalón, que estuvo ingresado en el hospital de Punta Pacífica, del 7 de septiembre de 2015 al 4 de septiembre de 2017, a fin de evadir el proceso en el que fue condenado por peculado y corrupción de funcionarios.
“Él lo que está buscando es la prescripción del caso. Hoy, la justicia panameña se tiene que poner los pantalones largos”, agregó.
El caso pinchazos presuntamente prescribe en diciembre.
El juicio de este martes estaba anunciado desde el 20 de noviembre de 2020, cuando un tribunal de apelaciones anuló la sentencia de “no culpable” que tres jueces profirieron, el 9 de agosto de 2019. Entre otras razones, el tribunal ordenó un nuevo juicio, por considerar que los tres jueces no valoraron correctamente los testimonios presentados.
No obstante, el tribunal de apelaciones ordenó enjuiciar a Martinelli por dos de los cuatro delitos que originalmente le fueron imputados: interceptación de las comunicaciones sin autorización judicial; seguimiento, persecución y vigilancia sin autorización judicial; peculado por malversación, y peculado de uso. Los delitos de peculado han sido excluidos del nuevo juicio.