Los millones de dólares rastreados por las autoridades europeas como pagos ilícitos al expresidente Ricardo Martinelli y su círculo cero siempre han opacado otra coima: la que se pagó con los terrenos donde antes quedaba el Colegio Javier, en la ciudad de Panamá.
A Martinelli y al abogado Mauricio Cort se les investiga en la Audiencia Nacional de España como beneficiario y cómplice, respectivamente, de un esquema de corrupción y lavado de activos de parte de la constructora española FCC.
El pago de este soborno se habría escondido, según adelanta la Fiscalía Especial Anticorrupción, detrás de una sociedad denominada Altos del Javier, S.A. Dicha empresa habría sido creada por el contratista español para comprarle a los jesuitas el terreno que ocupaba el colegio, su gimnasio y la capilla. En este caso, no hubo entrega de fondos, sino el muy discreto traspaso de acciones.
El informe preparado por el Grupo de Blanqueo de Capitales de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, y que acaba de ser entregado a la Audiencia Nacional de España, confirma los pocos detalles que sobre esa transacción se conocían hasta ahora gracias a medios noticiosos.
De acuerdo con el informe de la UCO, se habrían canalizado $178.2 millones en transferencias ilegales de parte de contratistas del Estado en beneficio de “Martinelli y su círculo cero.” En adición a esa millonada, habría que adicionar el valor de los mencionados terrenos rastreados por la UCO.
Según el informe de la UCO, en junio de 2019, el departamento jurídico de FCC presentó un escrito a la Fiscalía Anticorrupción, admitiendo unos hechos irregulares ocurridos en su empresa y que se reflejaban en su contabilidad.
Se trataba de la relación entre una sociedad panameña denominada Altos del Javier, S.A. y una sociedad española, filial de FCC Construcción, de nombre Participaciones Teide, S.A. “La operativa explicada en la documentación aportada por FCC abarca la adquisición de un inmueble y el traspaso de derechos sobre dicho inmueble a un coste ínfimo a favor de Neecel Corp”, una sociedad utilizada una y otra vez por Mauricio Cort como intermediario de Martinelli dentro de la trama de corrupción.
En otras palabras, FCC terminó traspasando, por un precio simbólico, la mitad de las acciones de Altos del Javier, S.A. al ex presidente. El departamento jurídico de la constructora, al ver que en sus libros contables aparecía una inexplicable e incobrable cuenta por cobrar de su filial Participaciones Tiede, S.A., prefirió confesar el hecho a la fiscalía.
¿De cuánto estamos hablando? ¿Qué valor tendría esta coima “oculta” detectada por la Guardia Civil española? Según los analistas anti blanqueo españoles, Altos del Javier, S.A., “creada a todas vistas para la operativa investigada”, adquirió la finca por $17 millones y, “de una forma relativamente inmediata”, traspasó el 50% de las acciones a Neecel Corp.
Hace tres años, el diario El Confidencial, dio una campanada de alerta sobre esta transacción.
“Según fuentes próximas al caso, FCC creó Altos del Javier, S.A. para comprar una finca en pleno casco urbano de la capital panameña con una superficie construible de 30,000 metros cuadrados. Se trata de las antiguas instalaciones del Colegio Javier, un centro escolar jesuita que en 2010 se mudó a la zona del canal, en el área de Clayton, buscando más amplitud. Al año siguiente, la Compañía de Jesús vendió a FCC el suelo que había ocupado durante medio siglo en el sector de Perejil, una zona de la ciudad acechada ya por los rascacielos – señalaba el diario digital español. - Ni siquiera los vecinos de la zona, que se han quejado reiteradamente del abandono de las instalaciones tras la marcha de los jesuitas, llegaron a saber nunca que FCC había comprado el suelo, y menos aún, que Martinelli se había quedado con la mitad del terreno”, reveló El Confidencial.
Ahora la UCO confirma a la Audiencia Nacional el hecho y también que FCC, por medio de su filial, fue quien pagó la totalidad el precio de compra del inmueble. Para lograr el cuadro completo, incluyendo el uso y beneficiarios finales de la sociedad pantalla panameña Neecel Corp., el Grupo de Blanqueo de Capitales señala que contó con “la colaboración de las autoridades helvéticas”, ya que Suiza aportó toda la información de “las cuentas relacionadas con Mauricio Cort”.