El magistrado José Antonio Dias Toffoli, del Tribunal Supremo Federal (STF, por sus siglas en portugués) de Brasil ha acogido la solicitud del expresidente Ricardo Martinelli para impedir el uso de pruebas aportadas en ese país por los delatores de la constructora Odebrecht, en su acuerdo de indulgencia.
La información fue dada a conocer por el diario Folha de S. Paulo en su edición digital, la noche del pasado viernes 22 de marzo.
La petición de impedir el uso de las pruebas fue presentada por Martinelli y su amiga Aurora Muradas y tiene antecedentes en acciones similares presentadas ante el mismo magistrado por otros dos acusados en el caso Odebrecht en Panamá. Se trata de Riccardo Francolini y Juan Antonio Niño, que ya obtuvieron la ayuda de Dias Toffoli.
Martinelli no es el primer expresidente señalado por los delatores de Odebrecht que es auxiliado por Dias Toffoli. Esto mismo ocurrió antes con el exmandatario Ollanta Humala, de Perú.
En concreto, se trata de las evidencias extraídas de los sistemas de comunicación encriptada Drousys y MyWebDay B, utilizados por la llamada División de Operaciones Estructuradas o Caja 2 de Odebrecht, para la gestión del pago de coimas a políticos y autoridades de Brasil, Panamá y otra docena de países.
Martinelli también solicitó que se impidiera que ocho delatores de Odebrecht participen como testigos en el juicio que se celebrará en Panamá por presunto blanqueo de capitales, entre el 12 de noviembre y el 19 de diciembre de este año. La nota de Folha de S. Paulo no menciona nada respecto a esta petición.
En Panamá, fuentes del Ministerio Público sostienen que el caso contra los acusados no depende únicamente de las pruebas aportadas desde Brasil, ya que hay evidencias presentadas directamente por esos delatores a las autoridades panameñas y otras más emanadas de la cooperación internacional. Igualmente, están las confesiones de los acuerdos de pena de la propia constructora y de varios testaferros.
Además, existen los testimonios de los propios hijos del expresidente Martinelli, que en mayo de 2022 le confesaron a un juez en Nueva York que eran culpables de conspirar para recibir sobornos de Odebrecht, siguiendo instrucciones de su padre. Los hijos, que en enero de 2023 fueron expulsados de Estados Unidos, serán también enjuiciados en Panamá.